Cameron promete acabar con los disturbios
Tras la tercera noche de saqueos en los cuatro puntos cardinales de Londres y en otras grandes ciudades como Birmingham y, en menor medida, Liverpool, Manchester, Nottingham y Bristol, el primer ministro británico, David Cameron, primetió hacer lo que sea necesario para poner fin a los disturbios, incluyendo incrementar la presencia policial en las calles.
Cameron llegó esta madrugada a Londres tras interrumpir sus vacaciones en una villa de la Toscana, en Italia, y anunció en una declaración a las puertas de Downing Street que el Parlamento interrumpirá sus vacaciones por un día para debatir el jueves la situación por la que atraviesa el país.
Tras presidir una reunión de Cobra, el organismo que coordina las acciones del Gobierno en crisis y emergencias como la que vive Reino Unido desde el sábado, Cameron explicó que los mandos policiales le han comunicado que se han cancelado todos los permisos y que esta noche se desplegarán 16,000 policías en las calles de Londres, en comparación con los 6,000 que patrullaron anoche, sin ninguna capacidad para controlar a los saqueadores.
La propia Scotland Yard ha calificado como los incidentes más graves que se recuerdan.
El primer ministro no hizo mención de otras medidas de fuerza que cobran cada vez más espacio en los medios, como la implantación de un toque de queda o incluso el despliegue del ejército.
En su breve declaración pública, Cameron puso más énfasis en la retórica que en medidas concretas. 'Haremos todo lo necesario para restablecer el orden', dijo. 'Lo que está ocurriendo es pura y simple criminalidad, a la que hay que enfrentarse y derrotar. Necesitamos muchos más policías en la calle y que actúen con más contundencia', añadió.
El primer ministro advirtió a los revoltosos más jóvenes -uno de los detenidos anoche tiene tan solo 11 años- que 'si tienen edad para cometer estos delitos también tienen edad para afrontar las consecuencias'. Y explicó que ha habido ya más de 450 detenciones y que espera que los procesos judiciales se aceleren.
La revuelta inició el sábado en Tottenhamtras la turbia muerte de un joven de 29 años abatido a tiros por la policía, pero detrás delos disturbiosparecen palpitar motivaciones distintas.
Una mezcla de frustración por las condiciones personales y la falta de perspectivas de los jóvenes de los barrios más humildes de la capital, de sentimiento de marginación de las minorías étnicas pero también un componente de puro vandalismo juvenil alentado por la facilidad con que las redes sociales permiten emitir el mensaje de dónde se da la oportunidad de pillar teléfonos móviles, electrodomésticos o ropa deportiva gratis.