Irene deja aislada a Nueva York
El huracán Irene, después de causar una decena de muertes en Carolina del Norte, ha llegado con menos potencia y reducido a categoría de tormenta a Nueva York, que de todas formas ha quedado aislada del exterior con carreteras, puentes y túneles cerrados. El Centro Nacional de Huracanes informa que el sistema meteorológico está provocando fuertes vientos, lluvias torrenciales con peligrosas riadas e inundaciones en la costa. Los vientos han provocado la desconexión de un reactor nuclear. Tres millones de personas están sin servicio de energía eléctrica en EEUU. El río Hudson se ha desbordado y hay casi 30,000 personas en refugios en la costa este, 4,000 de ellos en Long Island.
El Servicio Meteorológico Nacional ha alertado de la posible formación de tornados en el litoral atlántico situado entre los estados de Maine y Carolina del Norte, donde se encuentra Nueva York y el estado de Delaware.
En Maryland, los fuertes vientos provocados por Irene han desconectado el reactor nuclear de Calvert Cliffs, informó la compañía Constellation Energy Nuclear Group. No obstante, aseguró que los daños son mínimos y ninguno de los residentes se verá afectado por el incidente.
Según la compañía, una fuerte ráfaga de viento arrancó una pieza de aluminio que fue a chocar con el principal transformador eléctrico de la central, lo que desembocó en el corte del suministro de energía principal de las instalaciones.
La compañía asegura que todos sus empleados se encuentran a salvo y que el incidente ha sido catalogado como un 'suceso inusual', la categoría más leve dentro de su clasificación de emergencias para la seguridad.
Los vientos y lluvia del huracán Irene comenzaron a sentirse la tarde del sábado en Washington DC y el estado de Maryland tras haber causado inundaciones y derribos de líneas eléctricas en Carolina del Norte y Virginia por la mañana. Más de un millón de personas no tienen servicio de energía eléctrica y a dos millones se les ha exhortado a que salgan de sus casas y busquen refugio.
En todo EEUU se han cancelado más de 24,000 vuelos regulares.
El presidente Barack Obama, que se ha desplazado al centro de mando de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, exhortaron a las personas que viven en zonas de evacuación a que no pierdan el tiempo y se alejen de inmediato, pero una vez el huracán ha llegado a la ciudad, el alcalde dijo que la evacuación ha terminado y que el que no se haya ido se quede en su casa. Bloomberg aseguró que Nueva York 'ha tomado pasos exhaustivos para prepararla para cualquier cosa que se avecine'.Avisos de tormenta también se han emitido a zonas del este de Canadá.
Entre las víctimas mortales confirmadas se encuentra un niño de 11 años que falleció en Virginia al caer un árbol sobre su casa.
Los hospitales, centros de llamadas de emergencia y otras instalaciones cruciales seguían operando aún cuando se acercaba la noche, aunque funcionarios adviertieron que la situación podría empeorar en la medida en que el huracán se mueva al norte.
La mayor compañía eléctrica de Nueva York, Consolidated Edison, ha informado que podría cortar la energía en las regiones más vulnerables de la ciudad en caso de que la tormenta genere serias inundaciones.
Las inundaciones del domingo podrían causar el cierre de áreas en la punta sur de Manhattan y, en ese caso, varias firmas importantes de Wall Street quedarían sin energía eléctrica por períodos durante la semana entrante.
La Bolsa de Valores de Nueva York tiene generadores de energía de respaldo y puede funcionar sin suministro externo, por lo que el mercado arrancaría operaciones el lunes como siempre, aunque eso podría cambiar dependiendo de la severidad de la tormenta.
La expectativa es que Irene sea una prueba dramática para los estados costeros del país en el Atlántico, que no han sufrido un huracán desde 1999.
Un total de 28,000 personas se encuentran en unos 500 refugios que son administrados por la Cruz Roja Americana en la costa este de Estados Unidos, como resultados del paso del huracán, primero, y tormenta después, Irene.
En Long Island, en Nueva York, hay 4,000 personas en 30 refugios, 18 en el Condado de Nassau y 12 en el Condado de Suffolk, donde los hispanos se han mostrado agradecidos por las atenciones recibidas de la entidad sin fines de lucro.
El puertorriqueño Raúl Santiago, hijo, que por primera vez está en un refugio, comentó que se siente satisfecho con la ayuda que ha recibido del personal de la Cruz Roja, en el Centro Comunitario de Nassau.
'Vivo cerca del aeropuerto Kennedy y han sacado a todo el mundo por el peligro que representa Irene, así que toda la familia salió. Llegamos aquí a eso de las 11:00 de la mañana del sábado, nos han atendido muy bien. No tengo quejas, cada hora pasan por el lado de nosotros y nos preguntan si estamos bien. Eso es un gesto muy bonito, de verdad que le agradecemos mucho a la Cruz Roja por su ayuda', comentó Santiago, mientras preparaba algunos sándwiches de pernil a varios de los 14 miembros de la familia.
Santiago, cuyos padres son de Humacao, dijo que debido a que no conocía cómo era el ambiente en el refugio prepararon arroz, habichuelas y pernil al horno, trajo pan y jugo para pasar la noche.
Mientras que Carmen Mejías, natural de El Salvador, comentó que 'las personas de la Cruz Roja son los ángeles que Dios nos envía para ayudarnos. Desde que llegamos, nos han tratado muy bien. Aquí tenemos donde dormir, comida, agua y leche para los niños, qué más puedo pedir'.
Dijo que gracias a Dios, 'tenemos lo necesario para poder pasarla bien durante esta emergencia, realmente no me quejo de nada, lo tenemos todo. Venga lo que venga, me siento contenta y feliz de estar aquí y con mi Señor en obediencia de que todo va a salir bien'.
Rosi Mohedona, una guatemalteca que llegó en la mañana del sábado con sus hijos Christopher y Kate al ver el volumen de trabajo existente en el refugió, decidió convertirse en voluntaria de la Cruz Roja Americana, así como sus hijos.
'Llegamos ésta mañana y el ver que necesitaban ayuda decidimos unirnos, después de todo, nos están ayudando. Me siento bien agradecida de la Cruz Roja y el trabajo que está haciendo para ayudar a otras personas y es por eso que decidimos ayudar', comentó Mohedona.
Dijo que era la primera vez que decide buscar un refugio, pero lo hizo pensando en la seguridad de sus hijos. 'Le estamos devolviendo un poco de lo que nos están dando', dijo.
Mientras que Christopher, de 16 años, dijo que quiso ayuda porque se siente agradecido por el apoyo que ha recibido, especialmente al ver los esfuerzos de la Cruz Roja por ayudar a otras personas. 'El que pueda ayudar a otros, me hace sentirme bien. A mí se me ha ayudado en otras ocasiones, por lo que pienso que es el momento para yo ayudar a otros'.
Por su parte, Rosa Miranda, de El Salvador, comentó que agradece el apoyo recibido desde que llegaron al refugio Nassau Community Center junto a sus hijos, dos niños y una niña.
'Tenemos cama donde dormir, nos dieron comida, tenemos agua, qué más puedo pedir en un momento como este. Es la primera vez que he tenido que dejar mi residencia para llegar a un refugio y de verdad que me siento segura sabiendo que la Cruz Roja nos está ayudando. Salimos por lo que escuchamos en la radio sobre el peligro que significaba el huracán Irene', dijo Miranda.
Igualmente los hermanos, Yacely y José Álamo, naturales de El Salvador, comentaron su satisfacción con la gesta de la Cruz Roja.