Al menos 20 muertos por Irene en EEUU
El huracán Irene provocó la muerte de, al menos, 20 personas y numerosos daños materiales a su paso por Estados Unidos.
Aunque no fue la catástrofe de dimensiones históricas de cuya posibilidad advirtieron algunos gobernadores, dejó a 4.5 millones de hogares sin electricidad, obligó a cancelar más de 10,000 vuelos, cerró una de las principales arterias ferroviarias del país y forzó el desalojo de 2.3 millones de personas, publica el diario español El País.
Con ráfagas de viento de hasta 140 kilómetros, Irene se cobró diversas vidas en la franja noreste del país, de Carolina del Norte a Nueva Inglaterra. Un bombero falleció ahogado en Princeton (Nueva Jersey) en una misión de rescate. Los fuertes vientos derribaron árboles, que mataron a nueve personas. En Connecticut, el desplome del tendido eléctrico provocó la muerte a otra. Las autoridades informaron de, al menos, tres accidentes de tráfico mortales provocados por la lluvia.
Los mayores daños los provocó Irene en Nueva Jersey, donde hubo numerosas inundaciones. La Guardia Nacional movilizó allí a 2,000 soldados para labores de rescate y evacuación. La costa escapó, sin embargo, a un riesgo asociado a los huracanes: el de los tornados. Se avistó uno en la localidad de Chatsworth, sin que provocara grandes desperfectos.
El presidente Barack Obama, que ordenó que se pospusieran los actos de inauguración del nuevo monumento a Martin Luther King, que se iban a celebrar ayer, supervisó las labores de prevención y rescate desde la Casa Blanca. Ayer participó en una reunión con su equipo de respuesta a catástrofes naturales, a quien ordenó que comience a destinar fondos de reconstrucción a los nueve Estados -y la capital federal- afectados.
Los gobernadores de los Estados afectados han advertido de que aún puede haber inundaciones en los próximos días. 'Puede que los ríos no alcancen su nivel máximo hasta el martes o el miércoles', dijo ayer el gobernador de Pensilvania, Tom Corbett.