Gadafi dispuesto a negociar la entrega del poder
Musa Ibrahim, portavoz de Muamar el Gadafi, telefoneó ayer desde un lugar desconocido a la agencia Associated Press para proponer un Gobierno de transición que sería negociado por Saadi, uno de los hijos del dictador libio. El 'No' fue contundente.
'No tiene ningún sentido. El camino está claro para nosotros. Gadafi y sus hijos son buscados por la justicia libia y el Tribunal Penal Internacional', declaró Abderrahim el Keib, uno de los 31 miembros del Consejo Nacional de Transición (CNT), el Gobierno de los rebeldes que desde la madrugada de ayer ocupa el asiento de Libia, expulsada en febrero por la represión desatada por Gadafi, en la Liga Árabe, publica el diario español El País.
La propuesta de Gadafi, teñida de desesperación, es síntoma de que se siente derrotado, aunque ayer la OTAN bombardeara una lanzadera de misiles en Sirte, ciudad natal de Gadafi, a 450 kilómetros al este de la capital y a la que se aproximan desde Bengasi los insurgentes.
Gadafi ha rebajado su habitual tono desafiante. Hasta hace pocos días, llamaba 'ratas' y 'matones' a los rebeldes y su hijo Saadi amenazaba con convertir 'Trípoli en un mar de sangre'. No hubo la más mínima fisura en el CNT. 'Gadafi y sus hijos son criminales y serán detenidos muy pronto', aseguraba ante los periodistas su portavoz, Mahmud Shaman.
El excéntrico líder no tiene más opción que la fuga permanente o el refugio en algún país dispuesto a acogerle. Sus relaciones con los dictadores del Magreb y de Oriente Próximo siempre fueron estridentes (insultos y gestos despectivos incluidos). Si nunca gozó Gadafi de demasiada influencia entre los países árabes, ya no es nadie.
El jefe del Gobierno rebelde, Mahmud Yibril, fue acogido con una calurosa ovación en la reunión de la Liga Árabe celebrada en El Cairo, sede de la institución en la que ya ondea la bandera roja, negra y verde de la Libia monárquica.