Saqueos y reventa de ayuda en Turquía
ANKARA (EFE) - La descoordinación en la asistencia y la falta de medios han provocado que grupos de víctimas del terremoto del domingo en Turquía hayan saqueado camiones con material de ayuda e incluso que se estén revendiendo las tiendas de campaña enviadas para alojar a quienes se han quedado sin hogar.
'El problema principal es la falta de coordinación', comentó a Efe un periodista local que está siguiendo la situación en las ciudades de Van y Ercis, gravemente afectadas por el seísmo de 7,2 grados de magnitud que ha causado la muerte de 461 personas, según el último balance provisional.
Distintos medios están informando de que aunque hay numerosos equipos de rescate en esas dos localidades del este de Turquía, las labores de búsqueda de supervivientes son muy lentas.
'Hay gente llorando por una tienda de campaña al tiempo que están escuchando por la radio decir a un ministro que (la ayuda) ha llegado a todas partes y que no hay ningún problema', indicó ese reportero.
Los diarios Hürriyet Daily News y Milliyet han informado de que varios camiones que transportaban material de emergencia han sido saqueados cuando se dirigían a los centros de distribución.
Según Hürriyet, hay damnificados que no han recibido agua, ni comida y la distribución de la ayuda no está siendo bien organizada.
Este medio cita a una fuente militar anónima que responsabiliza a la administración local del problema.
El descontrol en el reparto de ayuda ha llegado a tal extremo que hay familias que han recibido tres o cuatro tiendas de campaña y las están revendiendo a quienes no tienen ninguna y han tenido que soportar las bajas temperaturas de la noche alrededor de fogatas a la intemperie.
Can Dundar, columnista del diario Milliyet, asegura que hay gente protestando porque el Gobierno turco no haya aceptado hasta hoy el envío de ayuda extranjera.
El Ayuntamiento de Van, en manos del pro kurdo Partido de la Paz y la Democracia, ha denunciado que el gobierno provincial no le está permitiendo participar en las tareas de rescate y atención a las víctimas.
Respecto a las críticas, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha reconocido algunos fallos logísticos aunque sin darle excesiva relevancia.
'Hubo fallos en la distribución de las tiendas de campaña en las primeras 24 horas. Lo reconocemos. En circunstancias similares, estas cosas pueden pasar en todo el mundo', ha declarado Erdogan.
También en la prisión de Van se han registrado incidentes al producirse un motín de los presos, que reclamaban que se les trasladará a una cárcel más segura.
El centro penitenciario resultó dañado en el terremoto e incluso unos 200 internos lograron escapar a través de un muro que se vino abajo, aunque 50 de ellos regresaron después de haber visitado a sus familias.
Tras el motín, las autoridades han decidido trasladar a los presos a otros centros de internamiento.