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36 años después a juicio por el genocidio del Jemer Rojo

Phnom Penh - El trío de dirigentes del Jemer Rojo que formó parte de la cúpula del régimen impuesto en Camboya hace unos 36 años fue hoy acusado de planificar la campaña de aniquilación en la que murieron hasta 2,2 millones de personas en apenas 45 meses.

Con esta acusación formulada por la fiscalía arrancó en el tribunal internacional auspiciado por Naciones Unidas, el juicio de quien fuera el jefe de Estado del régimen del Jemer Rojo, Khieu Samphan; el ideólogo y numeró dos de la organización, Nuon Chea; y de quien ocupara por entonces el cargo de ministro de Asuntos Exteriores, Ieng Sary.

Los tres, todos ellos octogenarios y encarcelados desde 2007, se sentarán en el banquillo durante los próximos meses para responder a las acusaciones de genocidio, crímenes contra Humanidad y crímenes de guerra cometidos desde abril de 1975 a enero de 1979, el periodo del llamado Holocausto de Camboya.

'Estos crímenes ordenados y orquestados por los acusados están entre los peores horrores infligidos en cualquier nación en la historia moderna,', señal la fiscal Chea Leang, quien durante su intervención recordó que aproximadamente un cuarto de la población de Camboya murió durante el régimen.

La cuarta acusada, Ieng Thirith, esposa de Ieng Sary y ministra de Asuntos Sociales del régimen, se ausentó de la sesión después de el tribunal le declarada incapacitada para ser juzgada por padecer de alzheimer.

La Fiscalía ha recurrido la orden de puesta en libertad de la exministra, quien continuará en las dependencias del tribunal hasta que la Sala Suprema decida sobre su caso en las próximas semanas.

El juicio comenzó con los comentarios iniciales de la acusación, quien recordó casos concretos sobre los matrimonios forzados o las torturas y asesinatos cometidos en cerca de 200 centros de seguridad.

También la fiscalía atribuyó a los tres miembros de la cúpula de la organización de inspiración maoísta 'planear' una sistemática campaña para eliminar a las minorías de origen vietnamita y chan de religión musulmana.

'El Partido Comunista de Kampuchea convirtió Camboya en un campo de concentración masivo, produciendo así una nación entera de prisioneros viviendo bajo un sistema de brutalidad', indicó la fiscal.

La fiscalía aseguró además que los tres dirigentes de aquella cúpula que lideró Pol Pot, muerto este en 1998, tenían información sobre las muertes masivas y que los asesinatos obedecían 'estrictamente a las órdenes y políticas de los acusados', algo que los reos han negado desde el inicio de su proceso judicial.

'Los acusados conocían perfectamente las consecuencias (...) y deben ser responsables por ello', apuntó Leang.

En su intervención, el fiscal internacional, Andrew Cayley, tachó además a los tres acusados de representar un 'legado catastrófico' y les acusó de tener 'sangre en sus manos'.

Esta sesión, que forma el llamado 'Caso Dos', empezó formalmente el pasado junio con las deliberaciones sobre los aspectos legales y fue posteriormente segmentado en pequeños procesos para hacer menos complejo este juicio que afronta el tribunal auspiciado por Naciones Unidas, establecido en 2006 tras casi nueve años de discusiones.

La primera fase juzgará exclusivamente las deportaciones masivas desde las ciudades hacia el campo que supusieron la muerte de miles de personas por extenuación, hambruna y enfermedades, así como los crímenes contra la Humanidad relacionados con estos.

El Caso Uno juzgó a Kaing Guek Eav, alias Duch, quien dirigió el centro de detención y torturas S-21, en el que unas 16.000 personas murieron en la misma cárcel o en los campos de exterminio de Choeung Ek, a las afueras de Phnom Penh.

Duch fue condenado a 35 años de prisión en julio de 2010, aunque su sentencia definitiva se conocerá el próximo mes de febrero.

El jefe del Jemer Rojo, Pol Pot, murió en la selva camboyana en 1998, prisionero de sus propios correligionarios.

La corte de Camboya en Phnom Penh tiene al ex jefe de Estado de Jemer Rojo Khieu Samphan (c), durante una audiencia pública el 21 de noviembre de 2011, en el juicio contra los últimos jefes vivos del
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