63 muertos durante visita Annan a Siria
El Cairo - Al menos 63 personas murieron por la represión del régimen de Damasco en distintos puntos de Siria, donde el enviado conjunto de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, se entrevistó hoy con el presidente sirio, Bachar al Asad.
Los opositores Comités de Coordinación Local precisaron que el mayor número de víctimas se registró en la provincia septentrional de Idleb, donde al menos 46 personas perdieron la vida, de las que dieciséis perecieron en una emboscada de las fuerzas del régimen en la localidad de Yisr al Shogur.
Una portavoz de los Comités, Rima Flihan, dijo a Efe que el ejército ha bombardeado zonas del suroeste y el este de la localidad de Idleb, capital de la provincia del mismo nombre, de donde muchos ciudadanos han huido.
El grupo opositor agregó que también hubo ocho muertos en Deraa (sur), cinco de ellos soldados desertores; cinco en Homs (centro); tres en la periferia de Damasco y uno en Deir Zur (este).
Los militares disidentes fueron fusilados por el ejército, que consiguió capturarlos tras su deserción.
Los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) anunciaron hoy que habían conseguido derribar un helicóptero militar y destruir dos tanques de las fuerzas armadas en una zona montañosa en el norte de Idleb.
Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.
Annan visita por primera vez Siria desde que ocupara el puesto de enviado de la ONU y de la Liga Árabe para este país a finales de febrero pasado.
Durante su entrevista hoy con Al Asad, el presidente sirio le dijo que ningún diálogo político puede tener éxito mientras haya grupos terroristas armados que propagan el caos en el país.
Mientras en El Cairo, Rusia acordó con los países árabes un plan de cinco puntos para dar una salida a la crisis en Siria, que contempla el fin de la violencia, la llegada de ayuda humanitaria y el respaldo a la misión de Annan, entre otros.
Más de 7.500 personas han muerto en Siria desde el inicio de las protestas hace un año, según datos de la ONU, aunque los opositores calculan que esta cifra sobrepasa los 8.500.