Al menos cuatro personas murieron hoy en el bombardeo efectuado por un avión espía de EU en la zona tribal de Waziristán del Norte, en el oeste de Pakistán, informó a EFE una fuente oficial.

El ataque se produjo esta madrugada, cuando el avión no tripulado lanzó dos misiles contra una vivienda en el área de Mir Alí, dijo a Efe un miembro de la administración local.

Otra fuente oficial desveló a EFE desde la cercana ciudad de Pesháwar que tres de los fallecidos eran ‘extranjeros’, denominación que dan habitualmente las autoridades a miembros de Al Qaeda o de otros grupos yihadistas internacionales.

El canal local Geo elevó a cinco el número de muertos por el ataque.

El de hoy es el primer bombardeo con avión espía efectuado por EU desde la marcha que el pasado fin de semana reunió a miles de personas convocadas por el político y exjugador de cricket Imran Khan para protestar contra este tipo de ataques.

La marcha logró llegar a las puertas del bastión talibán de Waziristán del Sur, donde las fuerzas de seguridad cortaron el paso a la caravana de más de mil vehículos, lo cual no impidió el golpe de efecto de Khan ante las elecciones de la próxima primavera.

Waziristán del Norte es una de las siete demarcaciones que forman el cinturón tribal paquistaní fronterizo con Afganistán y este año ya se han registrado allí alrededor de treinta bombardeos con un número de muertos que se acerca a las 150 personas.

Esta región tribal nunca ha estado bajo completo dominio del Estado y sirve de refugio a numerosas grupos yihadistas, miembros de la red Al Qaeda o facciones talibanes, en especial la conocida como red Haqqani, que actúa contra las tropas aliadas en Afganistán.

Desde su llegada al poder, el actual presidente estadounidense, Barack Obama, aumentó la frecuencia de estas operaciones como parte de su estrategia para encontrar una salida al conflicto afgano, en el que Pakistán tiene un papel clave.

Sin embargo, cada vez son más las voces dentro y fuera del país asiático que protestan contra una táctica que contraviene la legislación internacional y que, según sectores sociales y políticos paquistaníes, cuesta la vida a numerosos civiles inocentes.