El expresidente de Colombia Álvaro Uribe presentó hoy su candidatura al Senado para las elecciones legislativas del próximo 9 de marzo, en una lista del movimiento político Centro Democrático que el mismo lidera.

Uribe (2002-2010) hizo pública su intención de regresar al Congreso, en el que ya estuvo como senador en la década del 90, en una declaración a medios en su residencia de Rionegro, localidad cercana a la ciudad de Medellín (noroeste).

El exmandatario, que en los últimos tres años ha ejercido desde redes sociales y actos públicos una fuerte oposición al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos, su antiguo ministro de Defensa, justificó su decisión al considerar que la situación del país exige que su formación política recupere ‘el rumbo de confianza’.

‘En una patria que ha sido tan generosa conmigo, me siento en la obligación de hacer política mientras tenga energía’, argumentó Uribe.

‘Queremos ayudar a enfrentar el deterioro de la seguridad, la creciente incertidumbre de la inversión, el estancamiento de la política social burocratizada, el derroche de los recursos oficiales y el abandono del diálogo popular sustituido por el riesgo de entrega del país al terrorismo y al ‘Castro-Chavismo», agregó.

El mandatario, que ha agotado ya los dos periodos de Gobierno que contempla la Ley electoral en Colombia y no puede volver a ser presidente, señaló que a lo largo de la semana se dará a conocer quiénes conformarán la lista al Congreso que él encabezará.

Los dirigentes del Centro Democrático también recogerán firmas en las regiones del país para poder presentar las inscripciones y consolidarse como un partido político ‘de largo plazo, que sea útil a las nuevas generaciones’.

Uribe sintetizó sus propuestas en cinco puntos: ‘seguridad democrática’, ‘confianza inversionista’, ‘cohesión social’, ‘diálogo popular’ y ‘un Estado austero en sus gastos y expansivo en sus obligaciones sociales’.

Entre estas propuestas destacan las ayudas a la formación de miembros de la fuerza pública y su determinación en que ‘la patria no puede ceder un milímetro cuadrado del mar de San Andrés’, en alusión al fallo internacional que otorgó derechos económicos a Nicaragua en el mar Caribe.

En materia económica propone recuperar los incentivos a inversores a largo plazo y mantener el impuesto bancario del gravamen de un cuatro por mil sobre las transacciones bancarias que el Gobierno de Santos pretende desmontar y que a juicio de Uribe debe recoger recursos para los sectores agropecuario, educativo y de emprendimiento.

También sugiere una reforma total en la salud, un mayor acceso a la educación, un aumento salarial a policías de base, maestros y un estímulo a sindicalistas, así como una ‘prima de vivienda para los trabajadores a cargo de un alivio tributario a las empresas’.

Uribe y su equipo además argumentan que la negociación con grupos armados ilegales ‘debe ceñirse a las obligaciones y beneficios del sometimiento a la justicia’, en referencia a sus críticas a las conversaciones en Cuba del actual Gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Por último, Uribe es partidario de disminuir el tamaño del Congreso y hacer una serie de reformas con transparencia en ese foro, así como una modificación del reparto de las regalías que tendrían más en cuenta a las regiones.