La Policía Montada de Canadá anunció hoy el arresto de Justin Bourque, sospechoso del asesinato en la noche del miercoles de tres agentes en la localidad de Moncton.

La Policía canadiense informó a través de su cuenta de Twitter que ‘Justin Bourque ha sido arrestado a las 00:10 (3:10 GMT del viernes) en Moncton. Está bajo custodia policial. Los residentes del norte de Moncton puede ahora salir de sus casas’.

Las autoridades canadienses habían desplegado centenares de agentes para capturar a Bourque, de 24 años de edad, en un vecindario del norte de Moncton, una ciudad de unos 70,000 habitantes en la costa del Atlántico canadiense.

Según la Policía, Bourque, provisto de al menos dos rifles automáticos de gran calibre, emboscó en la noche del miércoles y por razones desconocidas a al menos cinco agentes de la Policía Montada que respondieron a una llamada sobre un individuo fuertemente armado en las calles de Moncton.

Tres agentes murieron y otros dos resultaron heridos cuando los agentes contactaron con el sospechoso.

Tras el tiroteo, Bourque se ocultó en una zona boscosa del norte de Moncton. La Policía avistó al sospechoso al menos en tres ocasiones, la última vez a primeras horas de la mañana del jueves, pero fue incapaz de detener al sospechoso.

Las autoridades de Moncton ordenaron el jueves el cierre de los colegios de la localidad y la suspensión de numerosos servicios públicos para facilitar las operaciones de las operaciones.

La Policía advirtió a los residentes del norte de Moncton que permaneciesen dentro de sus viviendas ‘con las puertas cerradas’ mientras sus agentes bloquearon todas las carreteras en la zona.

Varios testigos que se cruzaron con Bourque inmediatamente antes o después del tiroteo en el que murieron los tres agentes dijeron a medios locales que el sospechoso no parecía interesado en atacar al público en general sino sólo a la Policía.

La Policía señaló que Bourque no tiene antecedentes pero la página de Facebook del sospechoso está llena de referencias a su pasión por las armas, su desconfianza hacia las autoridades y la Policía y mensajes crípticos de violencia.