La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) asumió hoy martes su ‘total responsabilidad’ por el vertido de millones de litros de agua contaminada a un río en el estado de Colorado.

El vertido de metales pesados de la pasada semana ocurrió cuando un contratista de la agencia de protección ambiental gubernamental provocó una rotura en una barrera que contenía agua contaminada de una explotación minera de la empresa Gold King Mine.

La contaminación ha teñido el río Ánimas de un color naranja y afecta ya al curso fluvial de otros dos estados: Utah y Nuevo México.

La responsable de la EPA, Gina McCarthy, dijo hoy que asumirán ‘total responsabilidad’ por lo ocurrido, y lamentó este ‘trágico accidente’, que está siendo utilizado por los detractores de la agencia para intensificar su ataques.

McCarthy viajará a la región afectada mañana, después de que miles de personas de la zona contaminada hayan tenido que dejar de consumir agua corriente por el peligro para la salud pública.

La EPA ha instalado un centro de mando en Colorado para coordinar las labores de contención y limpieza de un río frecuentado por aficionados de los deportes fluviales.

Políticos republicanos han criticado a la EPA por su lenta respuesta al vertido y por ser responsable de un accidente que supuestamente deben prevenir con sus regulaciones y supervisión.

La autoridades de Colorado consideran que las concentraciones tóxicas del vertido no suponen un riesgo inmediato para la salud de los habitantes de la zona, pese a que el impacto en el ecosistema aún no ha sido evaluado completamente.