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Visita del Papa Francisco podría ampliar apertura de Cuba (vídeo)

El Papa Francisco se despidió hoy, martes, de Cuba dejando sembrada la semilla de una nueva etapa en el proceso político cubano que, si fructifica, puede conducir a grandes cambios internos y de relaciones de la isla con otros países.

Con la sutileza propia de los jesuitas, el Obispo de Roma dijo durante sus cuatro días de estancia en la isla caribeña 'lo que tenía que decir', sin hacer discursos políticos, con una sutileza que requirió de la lupa para analizar el trasfondo de sus planteamientos.

'Yo no creo que fue débil en sus pronunciamientos, sino muy hábil, estilo típico de los jesuitas, que tienen otra forma de expresión', dijo en entrevista con NotiCel el profesor de Historia de las Religiones en la Universidad de La Habana, Enrique López Oliva.

El Papa argentino Jorge Mario Bergoglio, quien llegó a Cuba el 19 de septiembre como 'Misionero de la Misericordia', es el Pontífice 266, el primero de América Latina y el primer jesuita en ocupar tal puesto.

'Hay cosas que vistas a fondo resultan claras, como cuando habla del necesario reencuentro entre los cubanos, que los dirigentes tienen que hablar en función del pueblo y no de sus privilegios, así como su referencia a dinastías y grupos', agregó.

'Nuestra revolución pasa por la ternura', fue una de las últimas frases de Francisco antes de abandonar hoy Cuba, dando continuidad a sus sugerencias sobre la necesidad de una mayor tolerancia y comprensión hacia las ideas diferentes de los demás.

'No se sirve a ideologías, se sirve a personas', otra de las frases, pronunciada en su primera y masiva misa el domingo en la Plaza de la Revolución, llamó la atención de quienes siguen la evolución del proceso cubano que, según el Gobierno, busca desarrollar un socialismo 'próspero y sostenible'.

López Oliva se preguntó: 'Que quiere oposición, que haga un discurso político. Él no es dirigente de un partido opositor en Cuba, pero él está planteando la necesidad de una apertura política en Cuba', subrayó.

Disidentes cubanos, que denunciaron la detención de decenas de personas para que no se acercaran al Sumo Pontífice, opinaron que Francisco debió ser 'más fuerte y hablar de derechos humanos y libertad'.

'Sus homilías han sido excesivamente suaves para la situación que padece Cuba', según el jefe de la ilegal 'Unión Patriotica Cubana (UNPACU), José Daniel Ferrer, criterio que compartió la líder del grupo disidente Damas de Blanco, Berta Soler.

Sin emitir ningún mensaje crítico hacia los hermanos Fidel y Rául Castro, el Vicario de Cristo pidió a la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad del Cobre, que reuna a su pueblo disperso por el mundo, así como 'más espacio' para la Iglesia en Cuba.

Al respecto, López Oliva comentó que la iglesia precisamente está negociando un mayor espacio, 'en un proceso de adaptación al actual momento histórico de Cuba para convertirse en una interlocutora positiva'.

En uno de sus últimos pronunciamientos al concluir su histórica visita de cuatro días, el Sumo Pontífice indicó que la Iglesia debe sostener la unidad, tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación e involucrarse, para servirlos, en la vida de los demás.

Otro de los resultados del tercer viaje de un Obispo de Roma a la isla es que las movilizaciones espontáneas de la población superaron a las que habitualmente organizan las autoridades para este tipo de eventos.

'Yo creo que eso lo tiene que estar valorando la dirigencia del país', dijo López Oliva mientras presenciaba la partida del Papa hacia Estados Unidos, a las 12:27 p.m., tras ser despedido por el presidente Raúl Castro.

El jefe de Estado cubano asistió a las tres misas oficiadas por el Papa: la primera en La Habana, el día 20; la segunda el 21, en la ciudad de Holguín; y la tercera el 22, en el Santuario de El Cobre, en Santiago de Cuba, asiento de la Virgen de la Caridad, patrona de la isla.

Sobre la visita que hizo Francisco al histórico líder de la Revolución Fidel Castro, el académico anotó que 'hablaron como dos antiguos condiscipulos jesuitas (Fidel estudió en colegios jesuitas), ambos hijos de emigrantes, con muchas cosas en común'.

'Y ambos revolucionarios, uno en el campo religioso y otro en el campo político', expresó con una amplia sonrisa, entrevistado en su casa, en un barrio del oeste de la capital.

Francisco ha sido el tercer jefe del catolicismo mundial llegado Cuba en los últimos 17 años, después de que lo hicieran Juan Pablo II, en enero de 1998, y Benedicto XVI, en marzo de 2012.

Es una figura clave en el proceso de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, y vino tanto en su principal misión sacerdotal como con un objetivo político explícito de continuar este papel mediador.

'Para mí el balance de la visita es revolucionario, y hay que situarla dentro del actual proceso de cambios que se esta dando en Cuba, que no se detenga aquí, que siga cambiando', concluyó López Oliva.

(EFE)
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