El Tribunal Supremo de EE.UU. rechazó hoy revisar una demanda de un grupo de accionistas de BP que sostienen que la petrolera británica no les dio información adecuada sobre los procedimientos de seguridad antes del vertido de crudo ocurrido en el Golfo de Mexico en 2010.

‘Revisión denegada’, determinó hoy la máxima instancia judicial del país en una breve notificación, en la que no explicó por qué rechazó la petición de este grupo de accionistas, que compró acciones antes del vertido y vio caer vertiginosamente el valor de su compra tras la catástrofe.

El 20 de abril de 2010, la explosión y hundimiento de la plataforma petrolífera de Deepwater Horizon, que extraía crudo para BP del pozo Macondo, provocó 11 muertos, 17 heridos y el mayor vertido de petróleo de la historia de Estados Unidos.

Durante 87 días, desde el pozo Macondo, situado a 1,500 metros de profundidad, fluyeron 4,900 millones de barriles de petróleo, que contaminaron los humedales del Delta del Misisipi y las costas de Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida, según datos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) estadounidense.

En su demanda, el grupo de accionistas afirma que, antes del vertido y durante años, la compañía hizo declaraciones falsas en las que exageraba lo fiable que era extraer petróleo a través de plataformas como Deepwater Horizon y minimizaba los riesgos de una catástrofe.

En septiembre de 2015, la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito, con sede en Nueva Orleans, rechazó la demanda de los accionistas y, por eso, el caso acabó en el Tribunal Supremo.

Con su rechazo, el alto tribunal dejó hoy en pie la decisión de la corte anterior, de forma que BP no tendrá que indemnizar de ninguna forma al grupo de accionistas.

El pasado julio, el Gobierno de EE.UU. y BP llegaron a un acuerdo para que la petrolera pague 20,800 millones de dólares por la catástrofe medioambiental causada por el vertido.

La decisión de hoy del Tribunal Supremo coincide con el sexto aniversario de la catástrofe, que se cumplió el pasado 20 de abril.

El anterior gran derrame de petróleo en Estados Unidos fue el provocado por el accidente del barco petrolero Exxon Valdez en la costa sur de Alaska en 1989, pero entonces el vertido no superó los 300,000 barriles.