La Justicia francesa imputó hoy, de momento, a cuatro sospechosos por el asalto a punta de pistola que la estrella mediática estadounidense Kim Kardashian sufrió el pasado 3 de octubre en París, informaron a Efe fuentes judiciales.

Se trata de Florus H., de 45 años, Yunice A., de 64, y Gari M., de 28, y Marceau B., de 65 años, a quienes se les imputan delitos de encubrimiento en banda organizada, asociación de malhechores, complicidad por robo a mano armada y secuestro.

El juez decidió, además, decretar la prisión provisional para Marceau B., mientras que la situación de los otros tres no ha sido aún determinada.

Los cuatro inculpados pertenecen al grupo que quedaba de diez arrestados por este caso, después de que esta mañana fuesen puestos en libertad sin cargos cuatro detenidos.

En total llegaron a ser 17 los arrestados desde el lunes en una amplia operación policial que se llevó a cabo de forma simultánea en París y su región, en la Provenza y en la Costa Azul.

Otros seis de los detenidos se presentarán mañana ante el juez, detallaron las fuentes judiciales.

El robo a Kardashian, considerada una de las personalidades más influyentes del mundo, se produjo cuando cinco hombres vestidos de policía amenazaron al vigilante de noche del hotel de lujo en el que se hospedaba y, después de introducirse en el edificio, amordazaron a la estrella de la telerrealidad, de 36 años.

Se fueron con joyas de un valor de 9 millones de dólares, pero perdieron una de ellas en su huida.Los ladrones salieron del establecimiento a pie y en bicicleta, como se vio en las grabaciones de vídeo-vigilancia.

El ADN que uno de ellos dejó en el pañuelo que sirvió para amordazar a Kardashian fue lo que permitió a los investigadores remontar su pista, según la cadena ‘France 2’.

Este episodio fue visto como un nuevo golpe para la imagen de París, cuya afluencia de turistas ha decaído notablemente desde que en 2015 padeciese dos grandes atentados yihadistas, el de la revista satírica ‘Charlie Hebdo’, y sobre todo, el del 13 de noviembre de ese mismo año, cuando murieron en París y Saint-Denis 130 personas.