Cumple condena de tres años.

El antiguo abogado personal del presidente de EE.UU., Michael Cohen, que cumple una condena de 3 años de prisión por delitos financieros, será liberado de una cárcel del estado de Nueva York como parte de las medidas que se están implementando en las prisiones de la región para evitar una propagación del coronavirus, informaron este viernes medios locales.

Según confirmaron al New York Times varios abogados de su defensa, Cohen, de 53 años, forma parte de un grupo de reos que estaban cumpliendo sentencia en unas instalaciones carcelarias de mínima seguridad en la localidad de Otisville, unos 120 kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, y que ahora pasarán a estar bajo arresto domiciliario.

El togado Roger Adler confirmó al diario este jueves que después de haber cumplido dos semanas de cuarentena, Cohen será liberado por el Departamento de Prisiones por los riesgos que supone la propagación del coronavirus.

Abogados de al menos otros 6 reos de Otisville afirmaron que sus clientes también han sido informados de que se les ha dado permiso para abandonar las instalaciones carcelarias, y que a algunos de ellos se les ha dado órdenes de completar su sentencia bajo arresto domiciliario, mientras que a otros se les comunicó que quizá tengan que volver a la prisión más adelante para cumplir con la totalidad de la condena.

La medida se produce cerca de 4 semanas después de que un tribunal de Manhattan denegara al exabogado de Trump una petición para pasar confinado en casa el resto de su encarcelamiento en la que citó los riegos de contraer coronavirus debido a su rápida propagación por EE.UU.

«Pasados 10 meses desde que comenzó su condena de prisión, es hora de que Cohen acepte las consecuencias de sus sentencias criminales por graves delitos que provocaron mucho daño institucional», escribió el pasado 24 de marzo el magistrado William H. Pauley III en un documento al que accedió Efe.

Adler señaló, sin embargo, que en esta ocasión una petición más reciente ha tenido éxito.

Cohen comenzó a cumplir su sentencia el pasado mes de mayo después de haberse declarado culpable de violar las normas de financiación de la campaña de Trump, crímenes financieros y otros delitos relacionados con el pago de un soborno pagado a dos mujeres que tuvieron relaciones con el presidente de EE.UU, aunque el mandatario ha seguido negando que se produjeron.

Según el Departamento de Prisiones, más de 470 prisioneros y 250 funcionarios de prisiones han sido diagnosticados con coronavirus en EE.UU., entre ellos 14 reos y 7 empleados del centro de Otisville.