Feminismo y ambientalismo llegan a la tradición.

Los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, llegaron como cada 5 de enero a España, procedentes de Oriente con un mensaje que este año recordó a todos los niños la importancia de cuidar el medio ambiente y de respetar los valores universales, como la amistad, la solidaridad o la paz.

Los reyes visitaron las distintas ciudades españolas utilizando diferentes medios de transporte, por tierra, mar o aire, a caballo en carroza, helicóptero o en barco, pero no faltaron a su cita con su equipaje lleno de miles de caramelos para regalar a los más pequeños a su paso.

De esos miles de caramelos, una parte de ellos estaban elaborados sin gluten y sin azúcar para que ningún niño se quedara sin probarlos.

En Madrid, además, esos dulces iban envueltos con materiales biodegradables, para evitar la contaminación.

Para recibir a sus majestades de Oriente, el nuevo Ayuntamiento conservador de la capital española organizó una cabalgata marcada de ‘un fuerte carácter espiritual y humanista’ y en la importancia que los tres magos han tenido en la historia y en las distintas culturas y etnias.

Por eso, los orígenes de Melchor, Gaspar y Baltasar (Persia, Armenia y Etiopía, respectivamente) estuvieron reflejados en la gran caravana que representó las culturas de las antiguas Europa, Asia y África.

Cabalgatas inclusivas

Las cabalgatas reales fueron también inclusivas, con pajes de la Fundación Síndrome de Down e intérpretes en lengua de signos, en Madrid.

La capital española acogió también la primera cabalgata cardioprotegida de España, con un desfibrilador por cada carroza, y cientos de pulseras que se repartieron a personas con discapacidad para que pudieran solicitar apoyo en las zonas preparadas especialmente para ellas.

Asimismo, se habilitaron plazas para que las personas con movilidad reducida pudieran disfrutar de la magia de los Reyes.

Los niños hospitalizados tuvieron reservadas 300 plazas para disfrutar del espectáculo y para las personas con problemas auditivos se repartieron mochilas vibratorias que permiten escuchar la música a través del tacto que produce una vibración en el cuerpo.

Respeto al medio ambiente

Además de los caramelos con envoltorios biodegradables, la comitiva real estuvo envuelta en un espíritu de respeto al medio ambiente.

Un ejemplo de ello fue la banda de música que acompañaba en Madrid al rey Gaspar, formada por un grupo de jóvenes con instrumentos realizados con materiales reciclados, como latas de conserva.

Reyes feministas y estrellas de la música

En otras ciudades como Zaragoza (este de España), Melchor, Gaspar y Baltasar se convirtieron por arte de magia en Melchora, Gaspara y Baltasara. Lo hacen cada año en un barrio de esa ciudad para favorecer la igualdad y la inclusión.

Y en Cádiz (sur), el cantante español Alejandro Sanz se coló en el cortejo real y se convirtió en el rey Melchor para repartir juguetes e ilusión acompañado de la cantaora de flamenco Niña Pastori, que iba caracterizada de Estrella de Oriente.

Original también fue la cabalgata de Murcia (sureste) que tuvo el cine como hilo conductor, con comparsas dedicadas a Mary Poppins, Los Piratas del Caribe, Harry Potter, Indiana Jones o clásicos como Charlot.

Y la de Bilbao (norte), con un homenaje al mundo mágico de Julio Verne. Junto a los soberanos de Oriente, diez carrozas transportaban máquinas voladoras y personajes como Willy Fog o el capitán Nemo al mando del Nautilus.

En la localidad de Alcoy (Alicante, sureste) se celebra la cabalgata más antigua de España, que este año cumplió 135 ediciones repartiendo regalos y magia, y arrancando sonrisas a miles de personas agolparon para ver a sus majestades y a los más de 400 pajes que les acompañaron.