Protestas, heridos, arrestados, ataques a minorías. Todo apunta a un desasosiego generalizado desde la victoria del magnate republicano Donald J. Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos el martes. El revuelo sorprende a pocos tomando en cuenta la rectórica de intolerancia hilvanada por el presidente electo a lo largo de su campaña contra negros, musulmanes, mujeres y latinos.

Algo similar ocurrió en Gran Bretaña luego de los comicios para decidir el llamado ‘Brexit’ o salida de la Unión Europea, a tal punto que el primer ministro, David Cameron, tuvo que hacer un pronunciamiento para amonestar a la ciudadanía por tomar como excusa la votación para ataques xenofóbicos. Fue entonces cuando nació el poder de un imperdible o prendedor. En inglés ‘safety pin’.

Una mujer estadounidense radicada en Gran Bretaña vino con la idea de demostrar solidaridad con esta prenda de modo que la sola presencia de este alfiler en la ropa denotara a las potenciales víctimas de estos ataques que encontrarían en quien lo luciera una ‘zona de seguridad’. En un inmensa ciudad como Londres o en cualquier ciudad del mundo esa pequeña señal puede ser más que suficiente para estrechar lazos solidarios en tiempos como estos. Pronto la etiqueta de #safetypin se apoderó de las redes.

Según reseña Vox, la idea de la mujer que prefirió no revelar su apellido al diario The Guardian, surgió del movimiento australiano #Illridewithyou en 2014. Para ese entonces, tras un ataque terrorista en Sydney que dejó tres muertos, quienes temieron un alza en agresiones hacia minorías musulmanes propagaron el movimiento que consistía en sentarse junto a musulmanes en cualquier transporte o lugar.

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