El autor aborda las expresiones del presidente de la Cámara, Rafael «Tatito» Hernández, que tildó de «junte demoníaco» una posible alianza entre el PIP y MVC.

La expresión del presidente de la Cámara, Rafael “Tatito” Hernández, de llamar “Junte Demoníaco” a la alianza de Manuel Natal y Juan Dalmau, ha causado revuelo. Esto, en medio del llamado a realizar una alianza política que cambie el escenario político en el que el PNP y el PPD son los partidos principales de un sistema bipartidista por diseño.

“Demoníaco” significa “perteneciente o relativo al demonio”. Por su parte, demonio no es otra cosa que el diablo o el espíritu que incita al mal. Estoy seguro de que el presidente de la Cámara de Representante no piensa que los líderes del PIP y Victoria Ciudadana son satanás, pero también estoy seguro que la referencia fue pensada para impactar con su mensaje y provocar la discusión, como en efecto ocurrió.

Hernández Montañez, es un político astuto (por eso preside la Cámara de Representantes en contra del deseo de los líderes principales de su partido) e intenta detener el crecimiento del electorado que ha perdido la fe en los partidos principales y migrando electoralmente al PIP y al MVC (algo que le ha pasado al PNP también con el Proyecto Dignidad).

Aunque estoy seguro de que la gran mayoría en Puerto Rico no quiere la independencia o el socialismo, no se puede subestimar el sentimiento de castigo de un electorado asediado por tantos casos de corrupción pública. Esto lo conoce el PIP y el MVC y enfocan su discurso en atacar al PNP y al PPD como causas de los males de Puerto Rico. Por ello, también, no escucharon en la pasada elección a Lúgaro y a Dalmau hablar de la independencia o de un sistema socialista. Estos llegaron al punto de decir que el estatus no sería tocado y que los estadistas podían estar tranquilos con su administración.

En el 1998, Hugo Chávez ganó democráticamente en Venezuela en un país repleto de corrupción y problemas fiscales. ¿Les suena? Para entonces, y luego de terminar la dictadura de Marcos Pérez en el 1958, Venezuela tenía un sistema electoral bipartidista con Acción Democrática y el Comité de Organización de Política Electoral Independiente. Entonces, Chávez no promovía un sistema socialista ni comunista, sino que se enfocó en la corrupción de los dos partidos principales y la crisis económica.

¿Recuerdan a Fidel Castro al inicio? ¿Qué pasó luego en Venezuela -y Cuba-? Todos lo sabemos: sistema socialista fracasado, déficit democrático bajo una dictadura electoral y un sistema en el que el ejercicio de derechos de libertad ha sido criminalizado.

Al PIP y al MVC les conviene la discusión de los fracasos del PNP y el PPD, y ocultar sus posturas independentistas y socialistas que son antipáticas al electorado; y al PNP-PPD les conviene alumbrar lo que no quiere discutir en el llamado Junte. ¿Qué le conviene al Pueblo? Votar por las verdaderas agendas y no por las pantallas de humo. Punto para Tatito. Ahora, su problema principal es que el PPD y parte de su liderato “coquetea” con la libre asociación y el socialismo.