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Opiniones

El puerquito engrilletado, parte II

Segunda parte del comentario sobre el futuro del Departamento de Educación.

Licenciado Víctor García San Inocencio, columnista de NotiCel.
Foto: Archivo/Juan R. Costa

Analizábamos en la primera parte cómo el Departamento de Educación local fue convertido en una alcancía del inversionismo político y cómo el gobierno federal hastiado está mientras dora la píldora descentralizando el control de las operaciones fiscales, dando paso a un apoderamiento de las comunidades que iniciará pronto.

Puede leer la primera parte en: El puerquito engrilletado

TRES: Sesión cumbre para dorar la píldora

Los pasados seis años de honda huella o aplastamiento keleheriano, Doña Julia debe andar de probatoria, han sido años de des-administración PNP. Los cuatro años previos alejandrinos, iniciaron la estampida de centenares de escuelas cerradas o descartadas, así como lo fueron muchas de sus comunidades cuando fueron puestas en lista de remate.

Una comunidad a la que se le cierra la escuela, se le cierra el futuro. Pues en demasiados lugares, la escuela es el centro existencial, el epicentro profundo y raigal que une pasado con presente y vivencias con afectos.

La conferencia de prensa con el secretario de Educación federal, Miguel Cardona, se concentró en presentar nuevos enfoques y las primeras medidas para lo que es un secreto a voces, romper la Cosa Nostra de Hato Rey. Estuvo ausente la mención de que los pasados seis años de esta incompetencia podrida son de la urdimbre, fueron tejidos, por tres gobernadores del PNP. Algunos ilusos habrán creído que esto es una especie de borrón y cuenta nueva, o de un “vete tranquilo y no robes más”.

El hecho de que la píldora se les haya dorado y que primeramente se hable del traslado de ciertas compras a nivel de la escuela, no significa que no irán látigo en mano a sacar y encausar a los mercaderes y ladrones del templo de la enseñanza. Es posible que aparezcan otros mercaderes, “charterizados” con el dólar como signo y no el libro, ni la toga.

La cautela más importante, sin embargo, consiste en no permitir que caciques medianos y caciquitos se apoderen de la toma de decisiones y de la administración de los recursos a nivel comunitario. No puede pasarse por alto, que el enemigo fiscal ecológico mayor son los municipios quebrados que querrán a la cañona, hacerse cargo de muchas de las operaciones de mantenimiento, reparación, provisión de servicios e incluso administración de las escuelas.

Por otra parte, una transición ordenada para una acción expedita abarcadora es indispensable acompañada de una participación robusta comunitaria para que no acabemos con el problema de la corrupción central y regional multiplicado localmente. Esto requerirá, sin duda, la preparación e incorporación de cientos de líderes comunitarios y la integración de equipos de trabajo. Se trata de miles de personas.

Si la transformación es real y se implanta en serio, y se consiguen dejar fuera las garras politiqueras de la peste burocratizada y de los politiqueros de oficio, se llevarán una gran sorpresa los que usufructúan y monopolizan el negocio de la educación pública. Es hora de que las palas y el gobierno por palas y amiguismos del alma desaparezcan.

Los plazos de la primera transición son muy breves ---noventa días para un Informe por un comité especial--- y existe grave peligro de que pueda más el poder del dinero y el dinero de los poderosos que las ansias de construir por fin, un sistema educativo desde y para las comunidades.

Lo único parecido a ese sistema de gobierno educativo desde la base que existe en Puerto Rico en un número todavía pequeño, pero significativo, son las escuelas del modelo Montessori, las cuales, a sangre y fuego, no sin pocos enemigos caciquistas, han conseguido un espacio distinto de escuelas participativas muy exitosas, que son abrazadas por las comunidades que las atesoran como suyas porque su trabajo está ahí. Son verdaderas escuelas donde la comunidad toda, estudiantes, trabajadores, padres, madres y vecinos se sienten parte porque son parte.

Si este modelo Montessori, o uno análogo, acompaña el nuevo fulcro decisional educativo trasladado a las comunidades, habremos visto un paso a la transformación, y en efecto, cónsono al ejercicio de desahucio disfrazado con la píldora dorada de la semana pasada.

CUATRO: Enemigos ecológicos

A esta hora, en esta fecha, no debe existir una sola línea, desglose, ni partidas presupuestarias locales y federales, que estos, los federales, no estén escrutando. Es probable que Casa Blanca esté metida en este esfuerzo frente al fiasco y vergüenza que ha supuesto la lentitud de suero de tortuga del Departamento de Educación local para parir remedios. La alcancía influencista ---como aquella en forma de cerdito--- está camino a desvanecerse en las oficinas centrales del Departamento de Educación. Se ha tornado muy riesgosa la práctica de traquetear con subastas, con sus sustitutos, con los cambios de órdenes, los contratos enmendables y enmendados, las adquisiciones frenéticas y a destiempo; los pagos por conceptualizar y diseñar lo que no se hará, o lo que se hará y se facturará múltiples veces. No cabe duda de que las células cancerosas tratarán de encontrar a qué otro compartimiento gubernamental migrar, para seguir devorando presupuestos y el futuro del país.

El sistema putrefacto que facilita y sostiene esta depredación y embargo contra la felicidad y los derechos humanos de los puertorriqueños, tiene que estar peleando como gato boca arriba ahora mismo, ante lo que viene.

Los controladores y jugadores de bolsa de ese sistema influencista harán lo imposible por detener la marcha de este plan, o lo demorarán lo suficiente, con la esperanza de que un cambio de Administración en EE UU saque al secretario hijo de puertorriqueños de aquella jefatura federal, y para que retorne la jauja amiguista.

Por otro lado, no faltarán los ingenuos optimistas, que intentarán engañar a los federales. Después de todo, llevan jugando al esconder y a encubrir los datos demasiado tiempo. Estos actores directos, y quienes los manejan desde la estructura partidista, son los enemigos ecológicos mayores de cualquier comienzo de transformación.

También aparecerán enemigos y detractores intermedios. Todo reducto de concentración de poder y control corrupto resistirá el proceso, si de verdad se va a meterle mano al problema, o si, sin ser parte del problema, siente que perderá fuerza. Sólo una gran capacidad dialógica permitirá salvar diferencias de orden procesal que no son sustantivas.

Los directores escolares, muchos de los cuales son víctimas históricas del sistema centralizado politizado, deben tener conciencia del momento que se acerca. Algunos tendrán que afinar y realinear sus lealtades. No es a un Comisionado Electoral a quien se deben, ni al recaudador del partido.

Advertencia final

La escuela puertorriqueña ---incluyendo parte de la privada--- está pasando por un momento crítico, empujada entre otros factores, por los cráteres de su deficiente administración y planificación, por el flujo migratorio, la reducción poblacional y las presiones económicas.

La escuela tiene que volver a ser el centro de la comunidad y pensarse como un instrumento que sirva a grandes sectores de la población en todos los grupos de edad brindando oportunidades educativas, de adiestramiento, de readiestramiento, de integración y desarrollo comunitario, y ser a la vez, núcleo que dé coherencia a un tejido de apoyo social y comunitario.

Muchas comunidades están deshechas, tienen poca coherencia o tejido conectivo y parte de su estancamiento y decaimiento está relacionada directamente con esta carencia. El punto de venta de drogas no puede seguir siendo el centro de la comunidad, como tampoco el quiosco alcaldicio partidista, ni la oficina legislativa local.

Los funcionarios electos pueden ser buenos aliados, pero no deben llevar a este terreno organizativo comunitario sus pendencias partidistas. Pueden, sin embargo, ayudar a fortalecer la educación cívica que también es política, dando conferencias sobre cómo funciona el gobierno y participando en eventos que permitan estar al día en cuanto a sus propuestas y fundamentos.

Al secretario federal Miguel Cordero, una advertencia final: Cuídese de este campo minado local y de estas víboras que han dilapidado el sistema educativo público, algunas de las cuales tienen agentes a quienes se les ve cerquita de los burócratas en sus conferencias y comparecencias públicas. Otras de estas víboras no salen nunca en la fotografía, pero medran siempre y son igualmente peligrosas, muchas veces con demasiada efectividad, pues tienen la anuencia cómplice, de los llamados a alejarlas.

Mientras tanto, sabemos ya que la alcancía --el puerquito-- tiene ya puesto un grillete. A ver si no se fuga, o si estando con grillete sigue con sus fechorías.

El autor es abogado, exrepresentante y excandidato a comisionado residente por el Partido Independentista Puertorriqueño. Posee un bachillerato en Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico y un Juris Doctor de la Facultad de Derecho de la misma institución. Tiene además un doctorado de la Universidad del País Vasco (2016).