Les comentaba en el artículo anterior sobre las razones por las que pienso que los discos de vinil se convirtieron en una cultura en los años 70 y 80 y aquí les hablaré un poco de algunas razones por las cuales la “cultura del vinilo” ha renacido.

En la cultura popular son frecuentes los regresos de modas o costumbres del pasado. Un artículo del website Coolhuntermx, especializado en modas relacionadas con vestuario, publicado en julio del 2024, dice: “las tendencias del pasado traen consigo una carga emocional que conecta a generaciones con recuerdos de épocas que percibimos como más simples y alegres. Ese fenómeno se notó particularmente con la pandemia del covid-19 cuando mucha gente encontró refugio en tendencias retro”.

Creo que esa es también una de las razones del regreso de los discos. Uno de los efectos de la pandemia fue el encierro parcial o casi total de la gente por un periodo prolongado, lo que les obligó a utilizar más las nuevas tecnologías para sus trabajos o aficiones. Con más tiempo para escuchar música en las nuevas tiendas digitales, entiendo que también hubo tiempo para pensar y comparar el sonido digital con el sonido análogo de los antiguos LPs.

Un informe de la Recording Industry Association of America (RIAA) dice que en 2023 la venta de discos en Estados Unidos alcanzó un récord de 43 millones de unidades vendidas, superando las ventas de CDs por segunda vez. Fue un crecimiento de 71% de los ingresos por formatos físicos. Muchas empresas disqueras se dieron cuenta de esta tendencia hace varios años y comenzaron a publicar viejas y nuevas grabaciones en formato de vinil. Los tocadiscos también volvieron a venderse como pan caliente.

Un artículo publicado el website Infobae (“La vuelta de los vinilos: por qué resurgió esta moda”) dice:

“La apreciación hacia los vinilos se extiende a la percepción de una experiencia inmersiva única, proporcionada tanto por la calidad acústica como por el ritual que involucra su reproducción. Colocar la aguja en el surco del disco y el mantenimiento requerido por estos formatos fomentan una apreciación más profunda hacia la música, a diferencia de la interacción más pasiva que suelen implicar los formatos digitales”.

Además, las compañías productoras han ideado diversas maneras de atraer al público, principalmente a los coleccionistas, con estrategias como la creación de “box sets” que incluyen varios discos, reproducción exacta de las carátulas originales, discos en vinil de colores y discos firmados por los artistas, entre otras.

Ahora, el debate sobre cuál formato se escucha mejor es y será uno interminable porque eso depende del oído de cada cual. Los que ya se han acostumbrado al sonido digital quizás digan que ese es mejor. Los que se han mantenido escuchando discos análogos en los últimos 30 años quizás digan que lo análogo se escucha con más calidad. Algunos argumentan que el comprimir el sonido en una secuencia de números (técnica digital), permite almacenar de forma más eficiente, pero con el riesgo de que se pierda calidad.

No voy a entrar en lo técnico de la diferencia entre cada cual porque no es mi campo. Pero les puedo dar una sugerencia si quieren hacer una prueba y no tienen un tocadiscos, pero tienen un CD Player o pueden bajarlo de alguna tienda de streaming.

En el año 2021, el cantante salsero Víctor Manuelle publicó un CD que se titula “Lado A, Lado B”. Al explicar el título, el cantante dijo que Lado A se refiere a que grabó esas canciones en el estilo de la salsa moderna y con la tecnología digital actual. Y la frase Lado B se refiere a que la otra mitad de las canciones las grabó al estilo de la salsa tradicional y con tecnología análoga.

Si usted se toma el tiempo de escuchar con calma todas las canciones que grabó con tecnología digital -para que su oído se acostumbre a ese sonido-, tan pronto comienza la primera canción análoga, usted se va a dar cuenta de la diferencia al instante. Y quizás ahí usted pueda decidir cuál le gusta más. (Aclaro que, si otro artista ha hecho lo mismo, puede escuchar ese trabajo. No estoy relacionado con Víctor Manuelle de ninguna manera).

Les estoy hablando del CD. De hecho, la empresa disquera sacó esa grabación en vinilo también, pero lo curioso es que lo hizo solo con las canciones análogas, aunque el título era el mismo.

Los números actuales

Para terminar, los dejo con los números de ventas más recientes que encontré.

Un artículo de la revista “Rolling Stones” dice que, por primera vez en muchos años, las ventas de vinilos disminuyeron en 2024.

Según el artículo “Estrepitosa caída en la venta de vinilos”, el último informe de consumo de música de Billboard revela una disminución del 33% en las ventas de discos en 2024.

En comparación con los datos de consumo de música del año pasado, las ventas de vinilos cayeron de 34.9 millones de unidades en 2023 a solo 23.3 millones en 2024.

Pero ese informe también dice que el vinilo no es el único formato que experimentó esa baja: las ventas de CD y álbumes digitales también cayeron en 2024. Los CD, por ejemplo, están un 19.5% por debajo del año anterior y los álbumes digitales un 8.3% desde donde estaban en 2023.

En total, las ventas de álbumes en todos los formatos han disminuido un 23%, pasando de 75.5 millones de unidades vendidas en 2023 a 57.5 millones de unidades en 2024.

¿Estará pasando de moda de nuevo la cultura del vinilo? Eso está por verse.

*Este artículo (editado) fue ofrecido como charla en el panel “El resurgimiento del vinilo y los sintetizadores vintage: ¿nostalgia o mejor calidad de audio?” como parte del 18vo Festival de Imagen y Sonido de la Universidad de Puerto Rico en Humacao.