El abogado Harold Vicente, representante legal del exsecretario de Justicia, Luis Sánchez Betances, argumentó que el proceso administrativo que llevaba a cabo la Oficina de Ética Gubernamental (OEG) contra su cliente es uno ‘frívolo’ y reiteró pasará prueba para defenderse de lo que describe como un ‘atropello’.

El lunes comenzó una extensa vista administrativa contra Sánchez Betances, por parte de la OEG, luego de que dicha agencia presentara el pasado mes de marzo una querella en su contra. La decisión de Ética se da luego de una pesquisa por el incidente en diciembre de 2013 en el que se arrestó al abogado Jaime Sifre, ‘amigo del alma’ de Sánchez Betances, por guiar en estado de embriaguez.

La prensa presenció el proceso administrativo en un salón que fue habilitado por OEG. Mañana se espera que se siente a declarar el exsuperintendente de la Policía, Héctor Pesquera, ‘como testigo pericial’, quien llegó esta tarde a la Isla únicamente para atender esta citación.

Asimismo, Vicente ha adelantado que sentarán a declarar al juez federal, José Fusté; y al exjuez del Tribunal Supremo, José Andreu.

En un intercambio con los periodistas, Vicente reiteró que la comparecencia Sánchez Betances en el lugar donde el licenciado Sifre fue detenido, fue con la intención de asistir a un amigo.

A preguntas de NotiCel sobre si Sánchez Betances había intentado amedrentar a los policías que estaban en el lugar, Vicente sostuvo que de las deposiciones de los testigos se desprende que cuando el exfuncionario se bajó de su vehículo oficial estos desconocían que él era el Titular de Justicia.

Además, resaltó que los propios policías dijeron que Sánchez Betances ‘se portó como todo un caballero’.

No obstante, indicó a la prensa que ‘sin mediar palabra alguna, este sargento (Luis Rodríguez Hernández) le dijo (a Sánchez Betances) salgase porque si no lo voy arrestar por obstrucción a la justicia’.

El agente Gilberto Santiago Ortiz narró durante la vista, que el pasado 6 de diciembre intervino con el vehículo color negro marca Lexus que conducía Sifre, cuando a la altura del establecimiento de comida rápida McDonalds de la avenida Roosevelt se percató que este estaba utilizando su celular mientras manejaba.

Cuando el agente se acercó al vehículo, Sifre continuaba en la llamada, y puso el celular encima del asiento del pasajero. Al requerirle su licencia y la registración del vehículo, Sifre le pidió una oportunidad a Santiago Ortiz, pero el agente se negó. En eso, Sifre, quien ya había finalizado la llamada, le indicó que era amigo de Sánchez Betances.

Acto seguido, el agente le solicitó a Sifre que bajara del vehículo porque ‘lucia sudoroso, tenía los ojos rojos y un fuerte olor a alcohol’, pero este rehusó que se le practicara la prueba de alcohol por recomendación de un ‘amigo’. Es entonces cuando se le leyeron dos veces las advertencias de ley y tras Sifre afirmar que había entendido las mismas, le solicitó a Santiago Ortiz hacer una llamada a un ‘amigo’, pero el agente le dijo que la podía realizar cuando llegaran al cuartel.

‘Él (en referencia a Sifre) nunca se opuso a nada, solamente soplar allí en el lugar, porque su amigo le dijo que no… En todo momento cooperó’, apuntó Santiago Ortiz. Luego que se le puso bajo arresto, llegó al lugar el sargento Rodríguez Hernández.

Santiago Ortiz le dijo a Rodríguez Hernández que Sifre le había notificado que era amigo de Sánchez Betances.

A preguntas del licenciado Roberto Alonso, otro de los representantes legales del extitular, el agente admitió que dedujo que el ‘amigo’ que venía de camino al lugar era Sánchez Betances, pero no porque Sifre se lo hubiera dicho.

Al rato, arribó al lugar una guagua Ford Expediton color azul que se colocó frente al Lexus de Sifre. Del vehículo se bajaron tres personas, pero Santiago Ortiz nunca supo que uno de ellos era Sánchez Betances.

Asimismo, destacó que en un momento dado escuchó a Rodríguez Hernández hacerle advertencia a las personas que llegaron en la guagua de que intervendría con ellos por obstrucción a la justicia.

No fue hasta que llegó al cuartel, que Santiago Ortiz supo que allí estaba Sánchez Betances, cuando le escuchó solicitar el nombre y el número de placa de Rodríguez Hernández.

Este abundó que Sánchez Betances se encontraba ‘molesto’ por la manera que había sido tratado por Rodríguez Hernández. De hecho, solicitó hablar con algún superior del sargento.

Tras decretarse un receso en la vista administrativa, Sánchez Betances, manifestó a la prensa que en aquel entonces estaba ‘bien molesto porque me topé con un sargento abusador, que me faltó el respeto como ciudadano y yo entendí que tenía que querellarme’.

De hecho, expuso que fue por eso que solicitó hablar con un funcionario de mayor jerarquía a un sargento, y que en un momento hizo una pregunta retórica de que si iba a tener que llamar al entonces superintendente de la Policía, James Tuller, para obtener el nombre y el número de placa de Rodríguez Hernández.

Sin embargo, enfatizó que nunca intentó influenciar indebidamente en favor de su amigo.

Sánchez Betances se mostró esperanzado de que la verdad saldrá a relucir en el transcurso de la vista que se espera se extienda a lo largo de esta semana, ‘para limpiar’ su imagen de ‘todas las imputaciones falsas’.

Por su parte, el agente Giovanni Vázquez, testificó ante la jueza administrativa Lourdes Velázquez Cajigas, que escuchó a Sánchez Betances solicitarle a Rodríguez Hernández resolver el asunto de Sifre allí.

Vázquez reiteró que a pesar de ‘los percances de por medio’ (en relación a la llegada de Sánchez Betances al lugar de la intervención y el acercamiento a Rodríguez Hernández), se pudo continuar el procedimiento contra Sifre.

A su vez, Rodríguez Hernández, expuso que el 6 de diciembre acudió al lugar de la intervención luego de que Vázquez requiriera apoyo a través del radio de la Policía.

Al llegar, uno de los agentes le expresó que ‘el caballero (en referencia a Sifre) estaba bajo los efectos de bebidas embriagantes y que no iba a soplar porque era amigo del Secretario de Justicia’.

Tras explicarle el procedimiento y Sifre insistir que no iba a realizarse la prueba de aliento en el lugar, le ordenó a los agentes que lo pusieran bajo arresto.

En eso, se presentó Sánchez Betances en su vehículo oficial con el biombo prendido. Las personas que iban en la guagua se acercaron a donde se realiza la intervención y Rodríguez Hernández les indicó que ‘se aleje, que tengo un arrestado y que va a salir para el cuartel’. Pero supuestamente Sánchez Betances le dijo que no se llevaran a Sifre, que él tenía que hablar con el arrestado.

Pese a esto, Rodríguez Hernández le respondió que cualquier cosa que tuvieran que hablar lo haría en la Unidad de Patrullas de Carreteras de San Juan. Fue desde ese instante que presuntamente Sánchez Betances le solicitó a gritos su nombre y número de placa, lo que prosiguió haciendo una vez llegó al cuartel.

También Rodríguez Hernández señaló que fue en el cuartel que se enteró que Sánchez Betances era el secretario de Justicia, por boca del propio Sifre, a lo que le respondió que, ‘me jodí’.