El juez federal Jose Fuste acudió la mañana del viernes a la Oficina de Ética Gubernamental (OEG) para testificar en el quinto día de las vistas administrativas que se siguen contra el exsecretario del Departamento de Justicia, Luis Sánchez Betances, en donde condenó el enjuiciamiento publicó que enfrentó el exfuncionario y dijo arrepentirse de recomendarle que aceptara el cargo.

En un breve interrogatorio realizado por el licenciado Manuel Martínez Umpierre, otro de los representantes legales de Sánchez Betances, Fusté afirmó que estaba allí para hablar sobre la reputación profesional y la conducta del exfuncionario en calidad de abogado y no como un juez federal.

Durante su alocución Fusté reflexionó que ‘quizás cometí el error’ de recomendarle a Sánchez Betances que aceptara el cargo de secretario de Justicia, cuando el gobernador Alejandro García Padilla le había hecho el ofrecimiento.

Según Fusté, en aquel entonces pensó que Sánchez Betances era la persona indicada de estar al frente del Departamento de Justicia por el problema que había dentro de la Policía.

Este expuso que tras el incidente del pasado 6 de diciembre en el que Sánchez Betances acudió al lugar donde la Policía había intervenido con su amigo del alma, el licenciado Jaime Sifre, por utilizar su celular y manejar en estado de embriaguez, recibió una llamada del exfuncionario ‘como para pedirme perdón, que él se sentía avergonzado, que quizás él pensaba me había fallado o alguna cosa de esas como amigo o compañero. Yo simplemente le digo que yo no quiero saber lo que pasó’.

Este sostuvo que no creía capaz a Sánchez Betances de cometer algún tipo de traqueteo.

De acuerdo a Fusté, ‘en mi mente, sin saber lo que era, yo me imaginé que lo que pasó fuera algo de lo que me puede pasar a mí o como le puede pasar a cualquiera otro, o como le pasó a Salvador Casellas (en obvias referencias a la situación en la que vio involucrado el también juez federal en el caso de su hijo Pablo Casellas)’.

En eso, el magistrado federal condenó el ambiente que se está desatando en Puerto Rico donde supuestamente se desalienta a que ‘personas preparadas, inteligentes’ quieran servir al Gobierno por el enjuiciamiento público que se les hace en situaciones como estas, mientras otros que hacen cosas peores ‘salen por la puerta ancha’.

En esa línea, sostuvo que su comparecencia también estaba motivada a que ‘estamos destruyendo la propia base de lo que debe ser la administración pública, porque no estamos respetando las instituciones y no estamos logrando que a las instituciones vengan mejor gente’.

Tras su testificación, Fusté salió a toda prisa de la OEG sin querer hablar con la prensa.