El exlegislador Jorge de Castro Font denunció un alegado patrón de abusos y presunta violación de derechos humanos de parte del personal del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) a los confinados de la Institución Correccional 501 en Bayamón.

Según el convicto exsenador, algunos oficiales de custodia, entre ellos tenientes, utilizan sus posiciones para humillar, denigrar, discriminar, amenazar o castigar a los confinados residentes de la Unidad 3K al punto de encerrarlos sin autorización en sus celdas como represalias por denunciar el atropello.

‘Mi padre testificó a favor de uno de sus compañeros confinados, luego de que uno de los guardias radicara una querella parcializada y frívola con el único interés de hacerle daño al confinado sin ninguna razón. A él, (Jorge de Castro) se le castigó por alzar su voz ante una situación que encontró injusta. Luego, abusaron de sus puestos cerrándole la celda con llave únicamente a él y a tres celdas más, de 17 en su sección durante 12 horas’, aseguró la hija del exsenador Andrea de Castro, en declaraciones escritas.

De Castro acusó a los oficiales correccionales de amenazar a los confinados con redactar escritos en su contra para afectar su récord penal, hacer continuamente expresiones despectivas contra la población e incumplir con los requerimientos de sus turnos, como hacer las rondas obligatorias.

‘Recientemente cuando mi padre se quejó ante el cierre de las celdas, le mencionó a un oficial que uno de sus compañeros padece de una condición médica y que esa decisión podría ser grave. De algo ocurrir ellos, no escucharían ya que donde están los guardias es un área sellada con aire y no se escucha. El guardia le contestó que si alguno de ellos moría en sus celdas no importaba porque ellos son presos’, sostuvo.

La unidad 3K es una de vivienda para alta seguridad y protección para exfuncionarios de ley y orden y de alto nivel gubernamental. Según De Castro, el DCR ha asignado confinados que no tienen las cualificaciones para estar en dicha vivienda, lo que supuestamente ha causado problemas de conducta y de seguridad, como lo sucedido hace unas semanas cuando hubo un incidente en el área de alimentos.

De Castro también denunció además que los oficiales correccionales cierran las llaves de agua en horas de la mañana para evitar que los confinados se bañen y las abren de forma arbitraria.

‘Estamos conscientes de la situación por el racionamiento pero cabe destacar que encerrar a los confinados en su unidad sin poder deshacerse constantemente de los desechos que permanecen en sus inodoros, que son parte de sus celdas, exponen al confinado a infecciones y enfermedades, al igual que es antihigiénico’, insistió.

Asimismo, criticó que redujeran las visitas de familiares de tres horas a una hora semanal, por lo que solicitó la intervención del secretario de Corrección, José Aponte Carro, antes de acudir a los tribunales a hacer valer los derechos de la población penal.

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