Ofreció hoy un discurso.

Decenas de organizaciones denunciaron hoy en la ONU la situación de crisis que vive Puerto Rico y llamaron a poner fin a la ‘colonización’ por parte de Estados Unidos.

Como cada año, la cuestión puertorriqueña fue abordada en el Comite de Descolonización de las Naciones Unidas, que tras escuchar a los peticionarios tiene previsto aprobar hoy mismo una resolución sobre el derecho de Puerto Rico a la libre determinación.

El independentista puertorriqueño Oscar López Rivera fue el encargado de abrir la sesión, pidiendo al comite que lleve el caso a la Asamblea General de la ONU.

‘Es la Asamblea General la que puede asegurar el fin en este mundo de este crimen contra la humanidad que es el colonialismo’, dijo López Rivera, que hace un año intervino por primera vez ante el Comite de Descolonización tras pasar casi 36 años en prisión.

En un discurso en ingles muy aplaudido por la sala, el líder independentista criticó la actuación de EE.UU. en Puerto Rico, denunciando entre otras cosas un proceso diseñado, según dijo, para forzar a los puertorriqueños a emigrar y ‘despoblar’ la isla, erradicando su identidad.

López Rivera denunció además la gestión de la Junta de Control Fiscal (JCF) puesta en marcha en 2016 y los procesos de privatización de empresas públicas llevados a cabo y aseguró que no harán más que crear más pobreza y seguir forzando a los puertorriqueños a la diáspora.

La difícil situación económica, la gestión de la JCF y los estragos causados por los huracanes Irma y María el pasado año dominaron en buena medida los discursos ante el comite de Descolonización.

‘La crisis económica del modelo colonial ha sido complementada por el catastrófico paso de los huracanes Irma y María en septiembre de 2017. La suma de ambas plantea una crisis humanitaria’, señaló el vicepresidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico Edgardo Román Espada.

Según insistió, esa ‘crisis humanitaria’ no podrá ser superada ‘mientras persista el coloniaje’.

Entre otros, comparecieron hoy ante el comite numerosos líderes sindicales, activistas y dirigentes políticos, que se mostraron muy críticos con la respuesta dada por las autoridades estadounidenses al paso de los huracanes y con la junta fiscal.

La imagen del presidente de EE.UU., Donald Trump, lanzando rollos de papel a ciudadanos afectados por los huracanes fue evocada por varios de ellos como símbolo de la actitud del Gobierno con Puerto Rico.