Reaccionó así después de que se conociera que el cantante deberá comparecer el próximo 21 de julio al Tribunal de San Juan para defenderse de una orden de protección expedida en su contra.

Eric Martin, hermano del cantante puertorriqueño Ricky Martin, se refirió a la situación por la que está atravesando el artista e indicó que no lo cree capaz de cometer los actos por los que se le acusa, aunque afirmó que “yo no pongo mi mano en la mesa caliente por nadie”.

En una red social (Facebook), dijo que estaba “a favor de la justicia, siempre. Y si alguien ha cometido algo aquí, y eso lo tiene que aprender todo el mundo, si alguien ha cometido un fallo aquí, debe ser penalizado. Pero más importante, debe ser rehabilitado. No porque sea mi hermano… La sociedad está extremadamente dañada”.

Acto seguido, lanzó: “Yo no pongo mi mano en la mesa caliente por nadie. Yo lo que estoy hablando es sobre mis vivencias, mis vivencias de familia. A mi hermano mayor yo no lo creo capaz”.

También dijo que hay que tener «mucho cuidado con la Ley 54, no todo el que la usa, está diciendo la verdad. Investiguen bien. Hasta que no se investigue, la gente es inocente, pero en esta sociedad, ya se está cambiando».

Eric, ante el caso que se hizo público ayer, solicitó que la gente orara por su hermano, su sobrino y su familia.

El artista, de 50 años, deberá comparecer el próximo 21 de julio, a las 9:00 de la mañana, al Tribunal de San Juan, sala municipal, para defenderse de una orden de protección expedida ayer en su contra por un joven que alega haber sostenido una relación íntima con él por espacio de siete meses.

De acuerdo a documentos que han trascendido y según pudo constatar NotiCel, la víctima acudió a hacer sus denuncias, por derecho propio, directamente al tribunal- no a la Policía de Puerto Rico-, tras lo cual la jueza Raiza Cajigas Campbell expidió la orden de protección exparte contra quien artísticamente es Ricky Martin.

«Se apercibe a la parte peticionada que, de no comparecer a la vista adjudicativa, el tribunal podrá anotarle rebeldía y conceder los remedios solicitados en la petición o cualquier otro remedio que proceda en derecho», lee la orden firmada electrónicamente.

El peticionario- que comparte su segundo apellido con Martin y que alegó en la vista ser su sobrino, es un joven que asegura haber tenido una relación íntima consensual con el artista por espacio de siete meses y que tras su rompimiento ha temido por su seguridad al verle merodeando su residencia en una Range Rover negra.

«La parte peticionaria demostró que existe una probabilidad sustancial de riesgo inmediato de maltrato», establece la orden.

De acuerdo a ésta, el artista tiene que abstenerse de «acercarse, molestar, intimidar, amenazar, o de cualquier forma interferir con la parte peticionaria». También se le ordena abstenerse de realizar llamadas telefónicas, enviar mensajes de texto, correos de voz o electrónicos o por conducto de redes sociales. Se ordena, además, que entregue armas de fuego si las tuviera.

La orden de protección identifica al artista con el apodo de «Kiki» y establece que consume alcohol y drogas.

Anoche, en un comunicado de prensa emitido por la agencia de relaciones públicas Perfect Partners, que representa a Martin, se sostuvo que “las alegaciones contra Ricky Martin, que conducen a una orden de protección, son completamente falsas».

«Estamos seguros de que cuando los verdaderos hechos salgan a la luz en este asunto, nuestro cliente Ricky Martin será plenamente reivindicado”, expresó el equipo legal del artista. No se ofrecieron detalles de quiénes componen la representación legal.

La presentación y diligenciamiento de esta orden de protección causó ayer conmoción en la isla por ser Martin desde pequeño un querendón de Puerto Rico y en su adultez, un portavoz de causas a favor de los más vulnerables, incluyendo víctimas de trata humana. Además, Martin está casado desde 2018 con el pintor sirio, Jwan Yosef.