El llamado "Sonero de la juventud" regresó a la principal sala de espectáculos de la isla después de ocho años.

Que 30 años es nada podrán algunos argumentar, pero condensar en un espectáculo de dos horas y un poco más una vertiginosa carrera musical repleta de puros éxitos es otro cantar.

Eso fue lo que logró el eterno Sonero de la Juventud, Víctor Manuelle, este sábado en las instalaciones del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

Enmarcado en una vistosa producción, Víctor Manuelle llevó al público por un sabroso viaje en el que hizo escalas en las distintas plazas artísticas que son la base de su brillante carrera: Colombia, Perú, México, América Latina en general, Estados Unidos y Puerto Rico.

Aunque no en orden cronológico, en cada segmento del ambicioso repertorio cantó lo que en esos mercados han sido sus más resonados éxitos.

En ese viaje escuchamos canciones tales como Ella lo que quiere es salsa, Tú volverás, Así es la mujer, Pensamiento y palabra, Apiádate de mí, Pero dile, Tengo ganas (junto al cantante Tito Nieves, quien le regaló Fabricando fantasías), Si tú me besas.

Los dos lados de Víctor Manuelle

Entre muchísimas otras selecciones incluyó Como una estrella, El águila, Víctimas las dos (en compañía de La India gracias a la magia de la tecnología).

Momentos claves en el concierto fue la sección dedicada a México al interpretar sus temas más famosos en ese país acompañado por un mariachi, entre ellos Me da lo mismo y Hay que poner el alma; el segmento en homenaje a su padre y hermano -ambos fallecidos- interpretando Lo que un día fue no será, y entonces Devuélveme un te amo, dedicada a su nieta, a todas luces la sal de su vida. La emoción embargó al cantante, a quien en más de una ocasión se le quebró la voz.

A lo largo del concierto, la multitud que colmaba a tope el Coliseo de Puerto Rico coreaba puntualmente todas y cada uno de los temas musicales, y entonces les llegó el momento de recibir la visita de El Caballero de la Salsa, Gilberto Santa Rosa, quien interpretó con Víctor Manuelle el tema Carnaval.

Se inició en ese momento un duelo de soneros de alto vuelo, un derroche de talento que elevó el ánimo de la concurrencia a nuevos niveles. La presencia de ambos soneros siempre ha sido y siempre será un regalo de lujo.

Para le recta final del concierto, el repertorio prosiguió con Dile a ella, Qué habrá sido de mí, Todo quedó, He tratado, un Homenaje a Puerto Rico y Que suenen los tambores.

Esta nítida producción de Paco López, contó con dirección música de Juan Picorelli y la dirección creativa de Marco Gavela.

En América Latina toda, el Sonero de la Juventud es, sin discusión alguna, una súper estrella. Ese fue el trato que recibió el sábado en la noche por parte de sus compatriotas y algunos latinoamericanos que viajaron expresamente a la Isla para acompañar a Víctor Manuelle en esta importante cita con su pueblo.

Un pueblo que le recordó a Víctor Manuelle que él es profeta en su tierra…

Vea la entrevista que ofreció Víctor Manuelle a El push de la mañana, edición estelar: