Log In


Reset Password
SAN JUAN WEATHER
Pop!

Lin-Manuel Miranda pone en manos de abogados la manipulación del musical Hamilton

La iglesia The Door Church de Texas representó el viernes una "versión cristiana" de la pieza con cambios de guión para incluir referencias a Dios y hacer que Alexander Hamilton, su protagonista, hablara sobre su salvación.

El puertorriqueño Lin-Manuel Miranda, en una fotografía de archivo.
Foto: EFE

NUEVA YORK - El autor del exitoso musical "Hamilton", el puertorriqueño Lin-Manuel Miranda, puso en manos de sus abogados el uso no autorizado y manipulado del musical por parte de una iglesia de Texas, conocido hace unos días y que levantó cierta polémica.

En su cuenta de Twitter, Miranda da las gracias a todos los que alertaron sobre "esta producción ilegal y no autorizada", y añade: "Ahora los abogados se han puesto a trabajar".

La iglesia The Door Church de McAllen (Texas) representó el viernes una "versión cristiana" de "Hamilton" con cambios de guion para incluir referencias a Dios y hacer que Alexander Hamilton, su protagonista, hablara sobre su salvación, de acuerdo con el material compartido por diferentes usuarios en Twitter.

La polémica por la manipulación del texto vino acrecentada por el hecho de que el pastor de la iglesia, tras la representación de esa versión de la obra, hiciera algunos comentarios homófobos, como los relativos a que Dios puede perdonar "problemas" como la adicción a las drogas o la homosexualidad.

En su mensaje de este miércoles, Miranda no entra en esta polémica de la homofobia y se limita a señalar las cuestiones relativas a la propiedad intelectual, sumándose a un comunicado del Gremio de Dramaturgos relacionado a ese texto representado en la iglesia.

Este comunicado recuerda que todo cambio a un texto original debe hacerse con consentimiento del autor, y que "ninguna organización profesional, religiosa o de aficionados está exenta" de este cumplimiento.

La vigilancia del copyright es estricta en el mundo audiovisual en general pero con especial énfasis en los musicales de Broadway, donde es habitual que los teatros tengan a personal dedicado exclusivamente a impedir que los espectadores graben con sus teléfonos móviles escenas de los musicales, así sean de unos pocos segundos.