Por 17 años, el Puerto Rico Comic Con (PRCC) ha presentado a Puerto Rico una comjunidad que para muchos es aún difícil de entender pero que año tras año logra reunir a miles de fanáticos de la cultura popular en la isla.

Este año no fue excepción, pues ya desde las afueras del Centro de Convenciones, sede del evento, los llamados cosplayers se preparaban para pasar las puertas y transportarse, casi como a un mundo alterno.

Y es que así es como se siente cuando cualquier persona entra por primera vez a un Comic Con, un viaje a otra dimensión, donde recibes un pase gratis para poder convertirte en aquel heroe o heroína que viste en una película o serie televisiva y admiraste por mucho tiempo.

Si bien el evento ha tenido un exito rotundo que le ha valido varios años de vida, tambien resalta que no han tenido cambios radicales en la formula, por lo menos en la puesta en escena.

El cosplay es un arte, y un atuendo puede fácilmente tardar horas en confeccionarse. Los tamaños de los cosplays varían de persona en persona, y algunos pueden ser hasta incómodos para caminar. Pero para los cosplayers, esto no es un detrimento para gozar su transformación y sentirse como el personaje al que encarnan.

Este año en el Comic Con era imposible caminar por el evento sin encontrarse con un ejercito de Spider-Mans, específicamente la versión del video juego de PlayStation 4, Deadpool, un personaje famosísimo por sus múltiples apariciones en Comic Cons alrededor del mundo, y hasta Gamoras, la personaje de Avengers y Guardians of the Galaxy interpretada por Zoe Saldaña.

Otras figuras del cosplay que llamaban la atención era un Aquaman que emulaba el personaje de la película de Jason Momoa (previo a su afeitada), el reconocido Jesucristo que año tras año regresa con su mismo cosplay pero no pierde su sonrisa que lo distingue, y los diversos personajes de Star Wars que rendían homenaje a Kylo Ren, Darth Revan, Rey, entre otros.

Pero el PRCC no solamente es un área libre de prejuicio para los cosplayers, sino tambien una zona de exposición para los artistas puertorriqueños que día a día rompen los esquemas para traer sus obras al público.

Este año, casi tres hileras de mesa componían el llamado 'Artist Alley' del PRCC, donde se juntaban desde jóvenes principiantes como grandes y reconocidos ilustradores. El arte varía desde costura hasta cuencas a la plancha, pero todo basado en famosas series, video juegos y hasta animación japonesa.

Estos microcomerciantes se suman además a varias pequeñas empresas ya establecidas en la isla dedicadas a la venta de juguetes, cartas, comics, entre otros productos llamativos a la cultura popular como Dreamarts, Metro Comics, ISB Gaming, entre otros.

Para los fanáticos de los video juegos tambien había un espacio en los 'booths' de Bandi Tech y Sears, donde las personas pueden deleitarse y probar su talento jugando contra otras gamers en juegos como Super Smash Bros, Mortal Kombat, Overwatch, entre otros.

Atlantic University tambien tuvo la oportunidad de exponer el talento de algunos de sus alumnos en su espacio donde demostraron algunos videojuegos que se elaboraban en la isla.

Los famosos este año tampoco defraudaron, con una variedad de personalidades del mundo de la cultura popular para deleitar a fanáticos de todas las edades. Aunque el luchador de la WWE, Bray Wyatt no logró llegar para su cita con los fanáticos, su espacio no se dejó vacío, y la empresa de lucha libre envió a Ricochet para suplirlo.

Mientras, la actriz Zazie Beets y el actor Robin Lord Taylor gozaron de su tiempo con sus fanáticos, quienes se alinearon desde temprano para tomarse fotos y conocerlos.

Una vez más el Comic Con demuestra el impacto que tiene la celebración de esta actividad entre los puertorriqueños que aman y atesoran la oportunidad de gozar de la cultura popular junto a otros fanáticos alrededor de la isla.