El viernes fue día de emociones encontradas, pues fue mi último día de trabajo para NotiCel, el primer periódico exclusivamente digital en la isla.

La adrenalina se apoderó de mí en mi última cobertura sobre el caso de un menor secuestrado por un sujeto, presuntamente usuario de drogas, que apenas lleva tres semanas viviendo con la madre del menor, otra usuaria de drogas.

La pareja se conoció en un centro de rehabilitación y cuando salieron se fueron a vivir juntos, dijo a NotiCel el sargento José A. Alvarado, director de la División de Robos y Fraudes a Bancos.

Este caso es reflejo de las profundas fallas en el Departamento de la Familia, que tenía una querella ante sí del maltratos sufrido por el menor hace año y medio y no la ha atendido, denunció la abuela del infante.

Extrañaré la calle porque me apasiona estar en la escena noticiosa haciendo esa pregunta que no muchos se atreven hacer y que muchas veces me contestan diciendo: ‘mira Manuel’. Me pasó muchas veces y siempre he creído que eso es sinónimo de una mala palabra.

También extrañaré las coberturas en las que entre colegas coordinábamos las benditas tres y, en el mejor de los casos, cuatro preguntas de otros temas que por alguna razón extraña les encanta a los gobernantes. Limitar el derecho de la prensa a preguntar de todos los temas de los cuales las y los ciudadanos esperan respuestas.

Extrañaré este proyecto del que me enamoré desde el primer día y con el que fui creciendo simultáneamente en el campo ‘multimedia’.

Me siento orgulloso de haber sido parte de este gran equipo de trabajo y de un proyecto que, con muchos menos recursos que otros medios, se ha dedicado a publicar las historias que los demás no publican. Ha denunciado, investigado y fiscalizado al pasado y presente gobierno sin temblarle el teclado.

Además, ha logrado algo que otros no han podido: que el publico suba directamente sus fotos y vídeos sobre los asuntos con los afectan sin intermediarios o filtros a través de nuestra moderna APP, ‘Repórtalo’.

Hoy me despido de grandes colegas a los que invito a seguir adelante con su buen trabajo, ahínco y deseos de seguir llevándole a nuestro público lector y visitante, ya sea por internet o a través del celular, la información que les interesa, que les es pertinente, y que ciertamente no es la chabacanería en la que han caído otros con mayores recursos.

Desde otra trinchera, inicio nuevos retos, nuevas encomiendas y sé que nuestros caminos se cruzarán de una manera u otra, por lo que pueden contar conmigo en cualquier momento y para futuras colaboraciones.