A uno puede no gustarle la estetica musical de la agrupación Calle 13. Es más, podría disgustarle, pero, probablemente, nadie, quede ajeno a su propuesta etica, aunque sea para combatir lo que proponen. Se les ama o se les odia, pero, creo, deben sentirse orgullosos de que NO generan indiferencia.

El domingo 9 de noviembre se dio un encuentro particular, que da paso a esta crónica. Un ‘crew’ de filmación de un documental llega desde San Juan, Puerto Rico a Buenos Aires, Argentina. Va en búsqueda de huellas que expliquen por qué en el extremo sur del continente americano se materializó lo más abyecto del ser humano, que se plasmó en encarcelar, torturar, matar y desaparecer a miles de hombres y mujeres cuyo único delito era pensar diferente a los que se habían apropiado del poder. En medio de documentar ese drama, recibo una notificación e invitación: Calle 13 estará tocando en el Personal Fest 14, que es un festival de una compañía de celulares en el que participan varias bandas, y nos invitan a estar con ellos. Lo siguiente que escucho, una vez informo de la invitación al concierto, es el griterío que forman las dos productoras: ‘Vamos a ver a Calle 13, vamos a ver a Calle 13’, mientras corren por la habitación agitando sus brazos.

Llegar al lugar del Festival ya fue una odisea. Somos seis, así que vamos en dos taxis, pero como no llegan juntos, vamos con la probabilidad de no encontrarnos, aunque eso no pasó. Lo que si pasó fue la listería de los taxistas, tradicional en Argentina, La China o Nueva York. Los que tomaron el primer taxi llegaron más tarde porque el chofer los paseó para cobrar más. Después, ambos taxistas nos dejaron donde presuntamente era la entrada. Pues no señor, tuvimos que caminar un par de kilómetros para llegar al campo VIP, como decían nuestros boletos y luego un brazalete. Mientras caminábamos escuchábamos a Calle 13 que ya había empezado. Cuando asomamos la nariz, René Pérez, Residente, dedicaba una canción a todos los que hacen cosas que no les gusta y los invitaba a ‘Darle la vuelta al mundo’. Sin ánimo de buscarle la quinta pata al gato, son millones los insatisfechos con sus labores, pero es lo único que les lleva pan a la mesa familiar y hay que poner el pecho porque no tienen alternativa de hacer lo que les gusta.

Ya la gente que llena el recinto al aire libre en el complejo recreativo GEBA, Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, está sudando, porque se mueven al mismo ritmo que la banda. Son jóvenes entre los 15 y los 25 mayormente, pero también hay padres y algunos viejitos como yo. Hablando del drama de Palestina, empiezan a sonar los acordes de ‘Multiviral’, donde un verso dibuja también el actual drama del cierre de ‘Las Noticias’ por parte de Univision: ‘Si la prensa no habla, nosotros damos los detalles pintando las paredes con aerosol en las calles’. Al lado de este tema se agiganta ‘Latinoamérica’, que es antecedido por ‘Ojos color sol’ y ‘Calma pueblo’.

Luego de la tradicional falsa salida, regresan con ‘Atrévete, te, te’ e invitan a todo el mundo a ‘Vamos a portarnos mal’, y ya el salto es de todo el público, amenizado con un ‘El que no salta es un inglés’. Observé el público con detenimiento y creo no equivocarme, que allí no estaban los jóvenes de las villas miseria que circundan Buenos Aires. El público mayormente lucía universitario y de extracción media-baja, media-media y media-alta, pero el gozo y el baile los uniformaba a todos.

Finalmente, no pudieron faltar ‘Las Malvinas son argentinas’ —después de todo, estaban tocando en Buenos Aires y eso, además de coincidir con el discurso de Calle 13, es una carta ganadora ante un público masificado y leal— y ‘Viva Puerto Rico libre’, porque es un referente de la banda. Luego la banda, al enterarse que nuestro ‘crew’ estaba en los alrededores, nos invitó a verlos y saludarlos ‘backstage’. Una copa de vino tinto y una cerveza maceraron el calorcito de encontrarse con compatriotas en el fin del mundo. Allí, entre cuentos, anécdotas y lamentarse por el cierre del taller de ‘Las Noticias’ de Univision todos concluimos que ‘Una historia mal contada, es un asalto a mano armada’.

*El autor es periodista.