Desde República Checa a Chile, la sustancia con alto poder adictivo, que se extrae de una planta del sudeste asiático, gana cada vez más adeptos.

Aún no se populariza en Puerto Rico, pero en otros países ya se producen grandes incautaciones de Kratom, una droga con alto poder adictivo que puso a trabajar a la Comisión de Iniciativas Comunitarias, Salud Mental y Adicción, presidida por el senador independiente José Vargas Vidot.

Ante los antecedentes que se manejan del Kratom, la comisión senatorial celebró hoy una audiencia pública en torno al proyecto del Senado 1078, que busca regular la droga para que la sustancia sea pura, no adulterada o sintetizada, se etiquete correctamente y se restrinja a mayores de 21 años de edad.

La pieza legislativa de la autoría del senador Carmelo Ríos está motivada por decisiones como la de la Administración Federal de Alimentos y Fármacos (FDA, siglas en inglés), que clasificó como opiáceo al Kratom, un suplemento dietético del sureste asiático que se usa para aliviar el dolor crónico.

La agencia federal tomó la decisión después de analizarla a nivel molecular, observar su comportamiento dentro del cuerpo y ver cómo afectaba el cerebro.

En la audiencia pública de hoy, la Administración de Servicios de Salud Mental y Control de Adicciones (ASSMCA) avaló la pieza, considerando el abuso de sustancias controladas en el país.

"Nos resulta preocupante el hecho de que, en Puerto Rico, el consumo de sustancias controladas continúe siendo un problema serio que abarca todos los sectores de la sociedad. Las muertes por uso, abuso y sobredosis de sustancias, como por ejemplo el uso de opioides, ha constituido un asunto de prioridad para nuestra comunidad debido a su recurrencia", lee una ponencia presentada en la vista y firmada por el administrador de la ASSMCA, Carlos Rodríguez Mateo.

La agencia destacó que para el año 2020 se reportaron 534 sobredosis por opioides en Puerto Rico y resaltó que el grupo de edad que más reclamó uso del servicio de salud por uso de opioides entre enero del 2015 a diciembre 2020 fue de 22 a 34 años (26.7%), seguido por el de 25 a 34 años (22.6%).

"Estos datos confirman que debemos como país reforzar las estrategias de prevención, reducción daños y aumentar servicios de tratamientos efectivos a aquellos que se encuentran atrapados en el uso de estas sustancias de alto riesgo de sufrir adicción y muerte", enfatizó César Cruz, administrador auxiliar de Tratamiento en la ASSMCA.

Por otro lado, el Departamento de Salud, representado por la directora ejecutiva de la Comisión de Alimentación y Nutrición, Luz Rodríguez, encontró que hay incongruencias ya que advirtió que a nivel científico estudios demuestran que su uso puede ser seguro, siempre y cuando sean dosis moderadas.

La portavoz del Departamento de Salud recomendó que, previo a legislar el tema, se debe tener el peritaje de farmacológicos, al igual que se deben considerar los potenciales beneficios y riesgos de la sustancia.

La funcionaria también resaltó que hay distintos países que han legislado para prohibir el uso de Kratom, como Australia, Dinamarca, Finlandia, Malasia, Myanmar y Tailandia.

Ya en 2018, la FDA alertaba que el Kratom no debía usarse para tratar afecciones médicas ni como una alternativa a los opiáceos recetados, y advertía que no había evidencia que indicara que la sustancia era segura o efectiva para cualquier uso medico.

La planta del kratom crece en Tailandia, Malasia, Myanmar y otras áreas del sudeste asiático, y en Estados Unidos y Puerto Rico puede comprarse fácilmente a traves de Internet o en tiendas de tabaco.

Mientras, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, siglas en inglés) considera el Kratom tan peligroso como la heroína.

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