Boricuas prefieren 'fast food' a una panadería
A solo meses de finalizado el 2018, los consumidores locales han patrocinado con mayor frecuencia los restaurantes de comida rápida que cualquier otro negocio que sirva alimentos preparados alrededor de la Isla. La diferencia se profundiza más cuando se considera que las visitas a los llamados 'fast foods' superan las de las panaderías, barras o 'chinchorros' y 'delis'.
Basado en un estudio comisionado por la Asociación de Restaurantes de Puerto Rico (ASORE), los restaurantes de comida rápida son visitados en un promedio de 8.5 veces al mes y cuentan con la tasa de retención más alta entre sus pares.
Este número contrasta con el 62% de los participantes del análisis quienes aseguraron que no han visitado una panadería en los nueve meses que han pasado del año. Sin embargo, la frecuencia deseada de visitarlas roza el 60%.
'Esto lo que quiere decir es 'estimúlame, dame razones para visitarte', subrayó Jose Alfonso, presidente de Research Office, entidad encargada del estudio de ASORE.
Alfonso interpretó los números como una posibilidad de crecimiento en el mercado en cuanto a la atracción de clientela, la modificación de sus ofertas y el uso de la tecnología para potenciar las mejores cualidades del servicio.
En terminos de tecnología, el estudio arrojó a que más del 90% de los participantes tenía acceso a dispositivos inteligentes, por lo que la industria debería invertir más en ese recurso para robustecer su calidad de servicio, más allá de publicar su menú e información de contacto. Entre las posibilidades se encuentra la habilidad de pagar la cuenta a traves de una aplicación.
Parte de ese espacio de crecimiento se expandió tras el huracán María, según Alfonso, puesto que el colapso de la red de energía electrica obligó a las personas a conocer nuevos restaurantes y lugares para alimentarse a los que han regresado luego de finalizada la emergencia.
De acuerdo a los datos, los consumidores frecuentan los 'fast foods' entre el mediodía y las dos de la tarde.
Por otra parte, el 90% de los abordados en el estudio aseguró que tampoco ha visitado algún cafe, barra y chinchorro o un negocio especializado en la venta de donas en lo que va de año. No obstante, el ejecutivo hizo la salvedad de que esos números no necesariamente se deben a una disminuida cantidad de visitas.
'Lo que se ven son dos cosas, número uno, la gente que atraen en el pasado reciente tienden a ser muy leales. Iban con mucha frecuencia. Yo creo que es más un tema de distribución de cuantas de esas tiendas hay en Puerto Rico cuando lo comparas con 'fast foods', cuando lo comparas con panaderías que son 600 y pico, 900. Sin duda tienes cierta desventaja. Es un tema de presencia en el mercado que si no están a la par, pues se van a comportar más como tiendas especializadas y no como tiendas de masa', explicó Alfonso.
Para llevar a cabo el análisis, entre agosto y septiembre del año en curso Research Office suministró un cuestionario a 1,000 adultos entre las edades de 18 y 64 años, provenientes de grupos económicos representativos de la realidad de la Isla. Los encuestados fueron liderados (68%) por la población de escasos recursos, o la clase baja, y las mujeres (42%).
La cantidad de la muestra fue defendida bajo los parámetros de que es la empleada en múltiples estudios de calibre mundial porque es la que cuenta con el menor porcentaje de margen de error (3%) y consiste de un grupo representativo de la realidad económica de la Isla.
Actualmente, la industria de restaurantes --que incluye cafeterías, comida rápida, 'food trucks' y de servicio completo-- se compone de 4,434 localidades abiertas. Previo al paso del huracán María el 20 de septiembre de 2017, habían 5,000. En terminos de empleos, contrata a sobre 60 mil personas de forma directa y cuenta con una nómina de $600 millones anuales.