Tras una negociación, el reguetonero será presidente de las corporaciones que dirigía su esposa y en las que los dos son los únicos accionistas.

El cantante de reguetón Ramón Luis Ayala Rodríguez, conocido como “Daddy Yankee”, será el presidente de las corporaciones que controlan su nombre y música, terminando así con dos demandas que radicó en contra de su esposa, Mireddys González Castellanos, quien, junto con él, son los únicos dos accionistas de las empresas.

El pleito por la gerencia de las corporaciones tiene de trasfondo la demanda de divorcio que el cantante sometió por la causal de ruptura irreparables el 2 de diciembre. En ese pleito, se tendrán que dividir activos porque la pareja no tenía capitulaciones, pero en el pleito civil que estaba ante el juez superior Anthony Cuevas Ramos se disputaba el control efectivo de esos activos que están dentro de las corporaciones.

Con el acuerdo, González Castellanos y su hermana, Ayeicha, dejaron de tener las posiciones gerenciales que ostentaban. La esposa era presidenta y su hermana era secretaria y tesorera. El acuerdo incluye que Ayala Rodríguez asume la presidencia el 26 de diciembre, que $75 millones de las cuentas corporativas se “mantendrán intocables” por 30 días, que el nuevo presidente rendirá informes mensuales a su esposa y que cualquier gasto en las corporaciones mayor de $100,000 requerirá la autorización de los dos accionistas.

Fue una victoria completa para las posturas legales que habían adelantado los representantes del cantante en dos demandas sometidas un día después de que González Castellanos hiciera retiros por $100 millones de las cuentas corporativas sin autorización de Ayala Rodríguez.

Los acuerdos se anunciaron en sala tras dos horas de reunión a puerta cerrada en la que participaron los esposos. Antes de eso, hubo casi una hora de argumentación acalorada y de tensión palpable entre los esposos y las personas que los acompañaron en sala.

“(Ayala Rodríguez) necesita tener confianza en las personas que desarrollan la gestión administrativa, que él pueda asegurarse que su buen nombre y su reputacion, él vele por ellas”, dijo Carlos Díaz Olivo, uno de los abogados del cantante, a la vez que golpeó con la mano el atril para enfatizar que habían sido $100 millones los que la demandada había transferido sin autorización. La cantidad se divide en $20 millones de Los Cangris, Inc. y $80 millones de El Cartel Records, Inc.

“Lo que es de él, es de él, y lo que es de ella, es de ella, y se determinará, como corresponde, en los procesos de familia. Pero la administración de su carrera, Daddy Yankee, que fue el que creó esto, tiene que continuar siendo Daddy Yankee”, añadió el abogado al hacer la diferencia entre el caso corporativos de hoy y el divorcio que está pendiente en otro caso y otra sala.

Los abogados de González Castellanos plantearon en todo momento que, como presidenta de las empresas, ella estaba de acuerdo en entregar información. Pero, como énfasis a que las ramificaciones del caso iban mucho más allá de solamente que el cantante tuviera información, uno de los abogados de la mujer, David Carrión Baralt, ripostó que no se trataba de mover una “varita mágica” y desaparecer las funciones y responsabilidades gerenciales que tiene su clienta y que le fueron delegadas por el propio demandante. Así como que el poder sobre las corporaciones es compartido entre ambos como accionistas.

“Ya no existe esa relación que existía antes de confianza”, había acotado Díaz Olivo.

Según las argumentaciones en sala y los documentos, la tirantez entre los todavía esposos cubre cinco corporaciones. Además de Los Cangri, Inc. y El Cartel Records, Inc., están Crabby Cottage LLC, Green Wall Luxury LLC y C & C Artistic International.

Las transferencias de los $100 millones ocurrieron el jueves pasado, día antes de la radicación de las demandas y se justificó como un pago de dividendos $50 millones para Ayala Rodríguez y $50 millones para González Castellanos, pero aparentemente el cantante nunca autorizó esa transacción ni que se pagaran dividendos. Este movimiento financiero ocurrió también después de que el catálogo musical de Daddy Yankee fuera vendido en octubre por $217 millones a Concord Music en una transacción que las demandas critican, como si el cantante no la hubiera autorizado por la cantidad que se realizó. La venta cubre las canciones que publicó hasta ahora y no las que pueda componer y publicar en adelante.

La pareja lleva casada 29 años y procrearon dos hijas y un hijo. En sala, el cantante se sentó en la mesa de sus abogados y su esposa lo hizo a la derecha de él, a solo pies de distancia, en la sección del público, mirándolo todo el tiempo. Ayala Rodríguez mantuvo su rostro hacia el frente de forma que no tuviera que cruzar mirada con ella. Junto con González Castellanos, estaban su hermana y una de sus hijas, Jessaelys. Al otro extremo de la sala, estaba el hijo de la pareja, Jeremy, quien llegó junto con su padre.

“Estoy muy satisfecho con todo. Un proceso que yo he llevado con mucha paz, mucha tranquilidad, mucha templanza. Obviamente, las interpretaciones que se dieron públicas no son las mías. Yo siempre he respetado a la señora González y le pido con mucha mansedumbre que también la respeten a ella”, dijo Ayala Rodríguez al salir de sala. “La marca Daddy Yankee siempre está ahí, mi propósito también. Mi propósito ahora es servir, mi propósito ahora es que mi música sea una herramienta para unificar a todo el mundo y el nombre que la gente me reconoce es Daddy Yankee, por eso, Daddy Yankee sigue siendo Daddy Yankee con un nuevo propósito”, añadió.

González Castellanos no hizo comentarios al salir. Los abogados del cantante dijeron que en la transacción no medió ningún pago a ella para que accediera a los acuerdos.

Antes de despachar a las partes para que se retiraran a negociar durante la mañana, el juez Cuevas Ramos había aconsejado que “no estamos hablando de las corporaciones frías, son seres humanos que compartieron gran parte de su vida, no pueden pensar que todo ese tiempo fue en vano”.

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