La fecha de juicio del proceso todavía no ha sido señalada, pero se espera sea en 2024.

El asesinato de Carmen Paredes a tiros en su hogar de Guaynabo el 14 de julio de 2012 cumplirá otro aniversario sin que todavía haya una adjudicación final sobre si su esposo, y padre de sus dos hijas, Pablo Casellas Toro, fue el asesino.

En una vista hoy, el tribunal señaló el 29 de septiembre como la fecha para el inicio de la selección de un nuevo jurado para el segundo juicio contra Casellas Toro, después de que el veredicto de culpabilidad en un primer proceso fuera anulado en apelación.

Este caso, el más notorio por asesinato en la última década, ha tenido incidencias en el foro federal y en el local por distintos aspectos de los hechos alrededor de la muerte de Paredes. En la jurisdicción local, el veredicto de culpabilidad en votación 11 a 1 fue anulado porque ocurrió la determinación del Tribunal Supremo federal de que todos los veredictos de culpabilidad por delito grave tenían que ser unánimes y la defensa del convicto, Harry Padilla, argumentó exitosamente que la regla debía aplicar al veredicto de su cliente.

Al margen de las controversias legales, en el caso también ocurrió que el juez José Ramírez Lluch, quien presidió el primer juicio, luego se suicidó mediante ahorcamiento. Murió también el padre de Casellas Toro, el juez federal Salvador Casellas.

Tras el primer juicio, hubo otra controversia que mantuvo el caso paralizado, sobre si el veredicto de absolución también debía ser unánime y se determinó que sí, que tanto para condenar como para absolver el veredicto debía ser unánime, como ocurre en la esfera federal.

Después de la anulación del veredicto original, el Ministerio Público se movió para un nuevo juicio y se convocaron jurados, pero, como parte de las discusiones hoy en una vista de seguimiento, la jueza Nerisvel Durán determinó disolver los paneles que se habían convocado y convocar nuevos paneles, por el tiempo que había pasado ya. Según explicó el fiscal Gabriel Redondo Miranda, fueron convocados 20 paneles de jurados potenciales para el proceso de desinsaculación que comienza el 21 de septiembre y está calendarizado para durar hasta noviembre. De ordinario en casos de asesinato, se convoca a 10 paneles, pero una de las secuelas de la pandemia es que el público está respondiendo menos a las convocatorias para ser jurados potenciales y también en este caso se espera que cada parte tenga más oportunidades de eliminar a los candidatos que no entienda no le convengan o que puedan eliminar aplicando algunos de los criterios de las reglas para este proceso.

Antes de eso, el 9 de agosto, la jueza señaló una vista oral para atender varias mociones que la defensa sometió, y otras que sometería próximamente, sobre temas como, precisamente, el proceso de selección de jurado y si el mismo debe ser secuestrado o no durante el juicio nuevo, indicó Padilla.

Además de Redondo, atienden el caso los fiscales Iván Rivera Labrador, Lis López Rivera y Edwin Ortiz Rivera III.

Casellas Toro compareció a la vista cojeando y usando un bastón. “Él ha estado delicado de salud hace un tiempo… pero eso lo está manejando”, dijo Padilla al aclarar que su cliente está bajo vigilancia mediante grillete electrónico.