Durante las últimas tres decadas, casi todo proceso de huelga que se ha suscitado en la Universidad de Puerto Rico (UPR) ha resultado en la constitución informal de estudiantes que se organizan mediante ejercicios democráticos, así denominándose el Movimiento Estudiantil.

Aunque el Movimiento no goza de legitimidad activa en comparación con la organización que oficialmente representa a los alumnos, el Consejo General de Estudiantes (CGE), sí ejercen un rol activo en mantener los portones de cada recinto clausurados.

Esto según la voluntad del estudiantado que asiste a las asambleas generales – convocadas por el CGE – y participa de la toma de decisiones que en días recientes ha resultado en el levantamiento de la huelga en ocho recintos de la UPR.

‘El Movimiento Estudiantil responde a lo que se apruebe de manera democrática por mayoría del estudiantado en asamblea’, explicó una de las portavoces del movimiento, María de Lourdes Vaello.

A diferencia de otros cuerpos democráticos, el Movimiento es particular en rechazar categóricamente la implantación de una estructura jerárquica, optando en vez por una estructura horizontal en la que los estudiantes proponen ideas y votan sobre decisiones en plenos. Estos se celebran a diario y de ahí surgen las decisiones por las que el estudiantado se rige.

En el caso del recinto de Rio Piedras, un estudiante en los portones indicó a este medio que existe una decena de comités, segmentados entre comités de base – que se encargan de la operación diaria de la huelga – y de trabajo – que se encarga de impulsar los reclamos estudiantiles y los brazos de seguridad y comunicación. Agregó que lo que ha mantenido unido el movimiento, hasta el momento, ha sido la solidaridad con los reclamos (cero recortes a la UPR, no aumentos a la matricula, entre otros) e ideales comunes.

El movimiento estudiantil no cuenta con una figura principal encargada de llevar los reclamos adelante, sino varios estudiantes que responden a roles asignados a ellos mediante decisión en plenos. Según Vaello, sin embargo, aquellos estudiantes que componen el cuerpo de portavoces e integran el Comité Negociador tienen funciones de liderato que promulga y difunde la voluntad del propio Movimiento.

‘Hay unas figuras de liderato, pero no funcionamos como nosotros entendamos… no respondemos por nuestras opiniones. Se tienen que basar por lo que se apruebe por consenso’, señaló la portavoz, quien estudia derecho en el recinto riopedrense.

Corre el tiempo, mientras otros recintos levantan huelga

El martes, los recintos e Mayagüez, Cayey y Utuado votaron a favor de levantar la huelga en esos recintos, acompañando a Carolina y Arecibo en el listado recintos que han hecho lo mismo, mientras Ponce,Humacao y Rio Piedras mantienen en pie la huelga.

En Rio Piedras algunos estudiantes consultados por este medio se mostraron a favor de levantar la huelga, condicionado a la ratificación de los preacuerdos establecidos en la Mesa de Diálogo Institucional, cuerpo que contó con la participación de la Junta de Gobierno, docentes, no docentes y estudiantes.

Sin embargo, confrontados con el asunto de la pérdida de la acreditación de la universidad, los entrevistados coincidieron que los recortes de más de $450 millones suponen un riesgo mayor que propiciaría esa eventualidad.

No obstante, un estudiante alegó que según información que obtuvieron de integrantes del CGE que consultaron la administración central apunta a que la pérdida del semestre se oficializaría si el cese de labores continua más allá del 30 de junio.

Sobre este detalle, Vaello no pudo confirmar categóricamente este dato, pero sostuvo que esa información provino de un grupo de estudiantes y profesores de la Facultad de Ciencias Naturales que estimaron que la pérdida del semestre se daría en esa fecha.

Este medio intentó comunicarse con la administración central de la UPR y el vicepresidente del CGE de Rio Piedras, Jorge Rivera, para corroborar este detalle, pero no contestaron.

Uno de los requisitos de acreditación de la Middle States Comission on Higher Education (MSCHE) para acreditar una institución de educación superior es que el semestre académico culmine y los profesores presenten exámenes y notas finales. Por tanto, de ocurrir esa posibilidad aquellos recintos que aún mantienen huelga podrían ver sus acreditaciones afectadas, lo que paralizaría el ofrecimiento de ayudas económicas federales hasta tanto se vuelva a acreditar la institución.

Cabe destacar que la MSCHE también establece como requisito la tenencia de un cuerpo de gobernanza operacional, algo que la UPR carece tras las renuncias de la presidenta interina y tres integrantes de la Junta de Gobierno.

Además, la MSCHE ha advertido desde el inicio de la huelga estudiantil que la pérdida dramática de fondos mediante el recorte de la fórmula presupuestaria también pone en riesgo la acreditación universitaria.

La UPR recibe poco más de $800 millones del fondo general, cantidad que se redujo desde la pasada administración de Alejandro García Padilla al congelarse la cuantía que reciben por concepto de la fórmula – poco más de un 8% de los recaudos del fondo general.

La presente administración de Ricardo Rosselló Nevares propone recortar unos $450 millones en un plazo de 10 años para cumplir con una recomendación emitida por la Junta de Control Fiscal en enero que recomendó en una carta ejecutar recortes de $350 millones a la educación superior.

El presidente de la Junta, José Carrión III, indicó recientemente a los estudiantes de la UPR que esa cifra centenaria fue propuesta e iniciativa del propio Rosselló Nevares.