Nieto de Karl Wallenda expía tragedia familiar en PR
Rick, el nieto de Karl Wallenda -el funambulista que murió el 22 de marzo de 1978 en Condado al caerse ante las cámaras de televisión de la cuerda floja por la que caminaba- logró su objetivo de emular, pero con éxito, a su abuelo en el país donde falleció.
Cuando había atravesado poco más de la mitad del recorrido, pareció resbalar y se quejó en español de que había mucho viento, pero todo formaba parte de espectáculo. El viento del noreste de 10 millas por hora era más una brisa refrescante que una amenaza para el acróbata.
Rick Wallenda se subió a una cuerda en San Patricio, en Guaynabo, y celebró la vida de su abuelo con un paseo en las alturas al que sólo hubiera renunciado, aseguró el viernes a NotiCel, si hubiera llegado 'un huracán'.
El acróbata explicó entonces que trataría de realizar la caminata más larga y a mayor altura que se haya realizado anteriormente en Puerto Rico.
El último patriarca de la troupe familiar circense 'The Word Famous Wallendas' desafió a la muerte durante las fiestas de San Patricio en el centro comercial que lleva el nombre del santo que veneran los irlandeses caminando sobre un cable de 250 pies de largo que se tendió entre dos edificios de la avenida González Giusti.
Rick Wallenda aseguró que correría el mismo riesgo sobre el cable que en el avión que lo trajo a Puerto Rico y dijo que no tenía miedo, pero que estaba nervioso, sobretodo porque tiene una relación especial con la Isla donde su abuelo 'terminó su carrera' después de medio siglo caminando por las alturas de medio mundo.
'Su determinación, sus enseñanzas y su espíritu viven aquí y el domingo estaré caminando en su memoria y en la de los puertorriqueños que fueron testigos de una tragedia tan grande', dijo de su abuelo el saltimbanqui para quien el viento es su 'peor enemigo. Mi abuelo murió por el viento'.
Testigo de excepción de la muerte de Karl Wallenda en 1978 fue el periodista televisivo Guillermo José Torres, quien narró en directo 'la trágica caminata' que 'nunca' olvidará, dijo el reportero durante la conferencia de prensa en la que se anunció el reto hoy conseguido del funambulista.
Rick, cuyo verdadero nombre es Enrico, ha cumplido recientemente 55 años y ha sufrido varios accidentes en la cuerda floja sin red de protección. En uno de ellos se partió huesos de la espalda y de los dos pies. En 1968 comenzó a caminar sobre la cuerda floja a los 13 años.
Del mismo modo que su abuelo le enseñó lo que sabe sobre la cuerda floja, Rick, que tiene tres hijos sin interés para el circo, decidió compartir sus conocimientos funambulistas a Briana Phelps, niña de 12 años hija de una boricua de Carolina, y que ofreció también su espectáculo propio en San Patricio cruzando un cable a 25 pies de altura en una silla colocada sobre una viga.
La familia Wallenda perdió a seis de sus miembros en espectáculos celebrados en las décadas de 1960 y 1970, pero a Rick eso no lo asusta porque subirse al cable y dejar boquiabierta a la gente es lo que le da la vida.