Cuál es la edad perfecta para tener un bebé?
Esta pregunta se la hacen diariamente muchas parejas. Actualmente, la edad para tener un bebé se está postergando debido mayormente al ascenso en el mundo laboral femenino, y a que la pareja prefiere esperar a tener una mejor estabilidad económica.
Pero, cuándo el cuerpo está más propenso a un embarazo óptimo? En ocasiones, las necesidades emocionales no se corresponden con la etapa más fértil de la mujer, y cada vez son más las futuras o nuevas mamás que no se deciden a la hora de llevar la gestación a cabo por las dudas y riesgos que conlleva no elegir la edad adecuada. De acuerdo con los expertos, existen diferencias importantes en un embarazo a los 20, a los 30 y a los 40, pero el principal inconveniente es que las circunstancias, no siempre corresponden con nuestro mejor momento físico.
A continuación, si tu y tu pareja están planificando tener un bebé, te brindamos alguna una información básica:
- A los 20: Aunque es la época más saludable para llevar a cabo embarazo tranquilo, hoy día son pocas las parejas que se plantean iniciar una nueva familia a esta edad, más aún con el esfuerzo económico que ello conlleva. El cuerpo de la mujer, sin embargo, se encuentra más receptivo que nunca a lo largo de esta década: los ciclos menstruales regulares y fértiles se producen cada mes, sin excusa, y la tasa de riesgo relacionada con la hipertensión, la diabetes gestacional, las malformaciones en el feto o el aborto espontáneo (menos de un 10%) son más bajos que nunca. A los veinte, además, el cuerpo se adapta mejor a los cambios tras el parto, permitiendo volver a la figura anterior con más facilidad. Asimismo, la ventaja es que criar a un niño recién nacido en lo que a forma física se refiere -largas noches sin dormir, o correr detrás de él cuando empieza a dar sus primeros pasos- pasan menos factura en esta década.
- A los 30: Aunque el índice de fertilidad de la mujer comienza a decrecer una vez pasados los 30, no es hasta los 35 que sus efectos empiezan a notarse a la hora de intentar un embarazo. Los especialistas recomiendan tratar al menos durante un año con el método 'tradicional' antes de probar otras alternativas, y es cerca de los 38 donde muchas parejas tienen que pensar en un tratamiento de fertilidad si quieren concebir. A partir de esta edad, además, los riesgos de sufrir hipertensión durante el embarazo aumentan, así como el riesgo de desarrollar diabetes gestacional, sufrir un aborto o llevar a cabo un parto por cesárea (dos veces más probable que en las mujeres en los 20). A partir de los 35, la amniocentesis y otras pruebas específicas son necesarias, para comprobar el estado del futuro bebé. Por otra parte, a pesar de que el cuerpo diga lo contrario, muchas mujeres ven esta etapa como la idónea para iniciar una familia. La estabilidad laboral y emocional, y la posibilidad de contar con un empleo que permita flexibilidad con las horas de oficina y la tarea de ser mamá, representa un alivio para muchas parejas, que retrasan la concepción hasta una vez cumplidos los 30.
- A los 40: A partir de los 40, las posibilidades de la mujer de quedar embarazada decrecen sustancialmente, y las que lo hacen, requieren de un estilo de vida ultrasaludable para llevar a cabo una gestación sin problemas. Los cambios hormonales, además, suponen una dosis extra de cansancio y fatiga entre estas mamás, especialmente si ya hay niños mayores en la familia. Entre otros inconvenientes, además, hay que contar que el cuerpo se recupera más lentamente después del parto, ya que los niveles de colágeno de la piel son mucho menores que hace 20 años.
En lo que respecta a la salud del bebé, el riesgo de perder el embarazo en los primeros meses es aproximadamente de uno entre tres antes de los 45, y uno entre dos a partir de esa edad. A los problemas físicos hay que sumarle, además, algunas preocupaciones extra relacionadas con el crecimiento y la crianza de los hijos, como la distancia generacional o el hecho de que se hagan mayores a la vez que nosotros (la mayoría no habrá terminado sus estudios cuando los padres hayan pasado los 65). La ventaja de ser mamá en esta década es que la madurez trae consigo experiencia y paciencia, y esas son dos virtudes esenciales a la hora de criar un bebé sano y feliz.