Dicen que un amor mal correspondido puede tener efectos devastadores en el que ama, que incluso pueden llegar a poner en riesgo su propia seguridad y la de otros, y que pueden llegar a convertirse en una amenaza social. Sin embargo, un grupo de científicos italianos asegura haber hallado la cura que hará desaparecer la desdicha que provoca el famoso ‘mal de amores’.

De acuerdo con Denisa Legac, profesora de la Universidad de Graz en Austria, ‘la posibilidad de accidentes de tránsito se cuadruplica si se guia un automóvil después de una separación: sólo en Francia hay 3,000 heridos al año’.

A esto se agrega el hecho de que este dolor ‘aumenta el riesgo de suicidios y homicidios: el 50% de los asesinatos se produce en el ámbito conyugal y el 45% de las mujeres asesinadas son víctimas de sus parejas actuales o anteriores’.

Teniendo en cuenta estas estadísticas, un equipo científico italiano resolvió estudiar el problema desde un punto de vista exclusivamente técnico, despojado de todo romanticismo.

De esta forma, pudieron determinar que el amor va de la mano de la serotonina, una monoamina neurotransmisora sintetizada en las neuronas que están en el sistema nervioso central.

‘Una variante genética de la serotonina está asociada a un estilo amoroso posesivo y dependiente’, dijo Enzo Emanuele, un médico experto en psicobiología que participó en la investigación.

Según el estudio realizado en 15 jóvenes de 23 años de edad y con altos niveles de ‘estrés romántico’, el uso de la serotonina en píldoras como integrador ‘parece sugerir un efecto clínico favorable en sujetos que sufren por amor’, explicó Emanuele.

A pesar de que los resultados obtenidos son estadísticamente significativos, se advirtió que la muestra de personas estudiadas es demasiado pequeña respecto a las miles que exige la ley para autorizar la venta de un fármaco nuevo. Por lo tanto, habrá que esperar un poco más para ver tales píldoras milagrosas en la farmacia de la comunidad.

Sin embargo, se destacó el hecho de que se debe tener en cuenta que la violencia conyugal es un problema con base psico-social que debe ser tratado por un profesional de salud mental, de manera que se busque la posibilidad de resolver los conflictos de una manera sana. A quienes pueden poner en riesgo su integridad o la de su pareja, se les recomienda, además de tratamiento psicológico, que revisen con que llenan su vacío del alma.