A primera vista Parkaso Tomar es una abuela cualquiera. Nada especial, hasta que empuña un arma de fuego y dispara una ráfaga de disparos que dan todos en el blanco.

La mujer de más de 70 años y de carácter fuerte ha pasado la mayor parte de su vida trabajando en el campo y cuidando de las vacas en una pequeña aldea del norte de India. Ahora se le conoce como la ‘abuela francotiradora’ de la aldea de Joyhri en Uttar Pradesh, una provincia del norte de India, notoria por los crímenes de honor y los feticidios.

Esa provincia no es el mejor lugar para criar a una niña. Y es ahí donde Parkaso Tomar se ha convertido en un modelo a seguir, inspirando a una nueva generación de mujeres aficionadas al tiro al blanco.

‘En las noches, venía al campo de tiro, pero aún en casa o en el campo, yo buscaba algún objeto, una piedra o una jarra de agua, y practicaba como si estuviera agarrando un arma’, recuerda la mujer que empuñó su primer armaa los 60 años.

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