Le bajan el ritmo a la música nacional
La preservación de la música autóctona puertorriqueña se encuentra en la cuerda floja con la medida que pretende enmendar la 'Ley de Nuestra Música Autóctona Tradicional Puertorriqueña'.
Para el trovador Jovino González, seis veces campeón del Concurso Nacional de Trovadores de Puerto Rico del Instituto de Cultura Puertorriqueña, 'antes de que existiera la Ley 223, siempre se ha cantado la música campesina, la bomba y la plena. Ahora yo creo que con esta Ley lo que se ha hecho es perjudicarnos, nos ha quitado talleres, porque le ponen un presupuesto limitado a un pueblo o productor y a su mayor conveniencia ellos escogen y contratan a los que más le convenga, el ejemplo clásico es la familia Sanabria'.
González, quién además es gerente de una compañía privada de estudios de títulos de propiedad, expresó a NotiCel reservas de que se incluya el género del reggaetón como una música autóctona puertorriqueña.
'El reggaetón no es algo tradicional, podrá ser puertorriqueño, pero no es tradicional. La historia del reggaeton viene de una copia del reggae jamaiquino con una mezcla del hip hop que existía en Nueva York, pero eso es un bebé que esta naciendo ahora', opinó González.
Indicó que en una competencia folklórica a nivel mundial no se podría enviar a un exponente del reggaeton como representante de la música autóctona puertorriqueña.
Al cuestionársele qué si la masiva demanda del reggaeton sobre la música autóctona responde a consideraciones comerciales, precisó que es porque tienen más al alcance los medios de comunicación.
González puntualizó que 'yo creo que aquí el Gobierno tiene que legislar para que se toque y se manifieste la música autóctona nuestra como el seis, la bomba y la plena, en los mejores medios de televisión y de radio; ahora mismo si alguien quiere escuchar música autóctona puertorriqueña tiene que levantarse a las 6 a.m., nos limitan a ese espacio'.
Goznález lamentó que 'la cultura ha sido para los gobiernos de turno como un objeto, una mercancía, juegan con eso a su mayor conveniencia. Nos han recortado presupuesto, las leyes que existen no protegen los géneros autóctonos nuestros, no solamente te estoy hablando por la música de la trova sino de la bomba y la plena. La invasión de ritmos extranjeros, de culturas extranjeras nos han ido desplazando y muchas veces los culpables somos nosotros mismos, el pueblo y las agencias del Gobierno', dijo.
Por su parte, don Modesto Cepeda, manifestó que la idea de enmendar la Ley 123 es 'un disparate, la gente no entiende qué es música autóctona tradicional, que es la creación misma de un pueblo, que eso lleva más de 500 años'. Lamentó que no se le consulte a las personas que por años han trabajado con la música autóctona puertorriqueña, para conocer su sentir.
(Josian Bruno/NotiCel)
Cepeda tampoco está de acuerdo con que se considerará al reggaetón como un música autóctona.
'Si Puerto Rico tiene su folklore, porque tu quieres entonces que otra música, ajena a nuestra idiosincrasia, que no aporta nada prácticamente a la cultura del país... y como decía una persona, deja que pasen 50 años a ver si éstos que hoy están por ahí cuando sean viejitos van a poder bailar reggaetón', dijo Cepeda.
'Aquí es bien difícil para todos los que estamos en ese aspecto de la cultura, aquí es cuesta arriba. El doctor Ricardo Alegría tuvo la suerte de que cayó en una época en que él impone y hace su trabajo cultural, porque se le facilitó todo, porque era como un redescubrimiento de todo. Pero nosotros, los que llegamos un poquito más tarde, luchando con todo esto que es cuesta arriba, porque siempre hay esta cosa que la música autóctona puertorriqueña (bomba, plena, música jíbara y la danza puertorriqueña) define la cultura y hay gente que no se quiere identificar con la cultura', precisó Cepeda.
Narró que Don Ricardo creó el grupo Areito y le asignó a don Rafael Cepeda, su papá, que les enseñara la bomba y la plena a los miembros de la agrupación. Explicó que el conocimiento de la bomba y la plena ha sido difundido por varias generaciones de la familia Cepeda. En su caso lleva más de 35 años luchando porque no se pierda en la historia y que tuvo que llevar la lucha hasta dentro de su propia familia.
Lo que se decía en el núcleo familiar de los Cepeda era que 'no podíamos transmitir esos conocimientos a nadie que fuera ajeno a la familia, que no te atrevas porque sino, nos van a robar el legado'.
Sin embargo, Cepeda dijo que se reveló contra esa regla porque pensaba que 'ese legado no nos pertenece a nosotros, ese legado le pertenece a Puerto Rico, y si nosotros mantenemos oculto ese legado por acá, el día que los viejos no estén, don Rafael ni doña Caridad, y me vaya yo y los demás, quién va a continuar con ese legado'.
Y se propuso junto a su familia transmitir su conocimientos al pueblo, y que tanto su esposa como sus hijas Gladys y Brenda, lo ayudan con la encomienda. De hecho, los Cepeda fueron los primeros en crear una escuela de bomba y plena en Puerto Rico.
Cepeda recordó que antes había una estigmatización de que la bomba y la plena era música de negros. Ellos establecieron cruzadas para educar a las personas que era una música de puertorriqueños.
'Todos los puertorriqueños, gústele o no, somos hijos de esas tres razas principales que es la indígena, la española y la africana', sentenció Cepeda. Pese a la batalla que han tenido, reconoce que todavía existe racismo en la Isla.
Finalmente, Cepeda destacó que 'tu música, tu historia, tus escuelas, tus maestros, eso te da sentido de la vida y respetar todo eso que tu has logrado y agradecerlo siendo un ciudadano ejemplar'.