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Vida

Doce horas a la sombra de Residente

Nota: Nuestra reportera Melissa Solórzano García tuvo acceso sin precedente al cantante de Calle 13, René Pérez, y a su grupo de trabajo, en medio de las vacaciones navideñas en Puerto Rico, y el día en que el Ateneo Puertorriqueño lo condecoraba. A continuación, el relato de ese día.

Son las diez de la mañana del jueves, y tal como acordado, llegué de visitante al apartamento de René Pérez, el Residente de Calle 13, para hacerle una entrevista. Pero parece que, o no estaba al tanto, o sufría los estragos del insomnio que se le ha pegado desde que está en la banda. El punto es que seguía en su cuarto durmiendo... el día no pintaba bien.

Sé que estamos contra el reloj porque le esperaba un día importante y ajetreado, con un reconocimiento del Ateneo Puertorriqueño a eso de las doce. Me desespero, pero intento disimularlo. Su novia, la actriz argentina Soledad Fandiño, sonríe y me asegura que estoy pagando el precio de ser conocida de la familia, las cosas no corren como una entrevista formal, todo es más 'laid back'.

La residencia de Residente tiene pocas señales de su fama. El que quiera ver su saco de Grammys, con los que ha roto récord en la categoría latina, tiene que abrir la gaveta de un mueble. No son premios los que adornan las paredes, sino arte y murales de los grafiteros Sofía Maldonado y Alexis Busquets, quien se encarga también del arte de los discos y de las camisetas que Pérez usa como cartelones de protesta en sus presentaciones. Algunas fotos con celebridades, como Rubén Blades, son prácticamente la única señal de quién es el dueño del apartamento.

Poco antes de las 11, René da señales de vida. Ya se está alistando. A eso de las 11:15 se asoma al comedor del amplio apartamento sanjuanero en el que viven también dos de sus hermanos.

'Buenos días', dice y solicita la asistencia de uno de sus hermanos, Gabriel, con quien consulta todo lo que dice y hace. Es su asesor más estrecho dentro de un grupo de trabajo que incluye a varios miembros de su familia, pero no a todos, porque se arriesga a perderse la disciplina. 'Es súper bonito, se ha dado orgánicamente y salen cosas muy especiales porque son los mejores críticos, y hay espacios en el área de trabajo que uno necesita esa confianza', me comentaría luego sobre trabajar con la familia.

'Ninguno es mi preferido. Con todos los hermanos tengo apegos, muy diferentes. Con Eduardo (Cabra) e Ileanita porque toco con ellos, con Milena porque somos de los mismos papás y siempre he estado con ella, con Gabriel trabajo lo de críticas sociales, con Margarita trabajo lo legal y con Adrián y Tamara también hay un apego diferente', reflexionó en otro momento del día.

Cerca del mediodía ocurre el primer intento formal de entrevista, mientras espera por un desayuno que ordenó. Pero el homenaje apremia así que acordamos reanudar después.

Como imaginaba, la reanudación de la charla se suspendió porque quería encontrarse a almorzar con su familia en Fefo's, en el Viejo San Juan. 'Melissa, qué tal si comemos algo antes?', me preguntó. Respiré hondo, sonreí y dije claro, yo también tengo hambre. 'Tranquila, vamos a hablar con calma ya mismo', insistió.

Como 'Residente' había caminado desde el Ateneo a su casa junto a Soledad, con paradas en el camino para twitear fotos con un lagarto, se refrescó en lo que llegaba uno de sus asistentes, y mejores amigos, Carlitos. A bordo de su guagua Mercedes Benz alquilada, el cantante controló la música y reflexionó un poco sobre el homenaje, particularmente la comparación que le hicieron con el astro beisbolero Roberto Clemente, a quien considera un 'dios'. Además, no paró de mostrar su aprecio por un nacionalista que vestía un uniforme y lo abrazó cuando se izó la bandera puertorriqueña.

Antes de entrar a Fefo's, el público que lo divisó le gritaba frases de apoyo y orgullo, que René respondía con sonrisas y el puño izquierdo en alto.

Una vez adentro, saludó a todos y encomió a su hermana menor, Ileana (PG 13), por su interpretación del himno nacionalista durante la actividad. En la sobremesa no se habló de ninguno de los eventos que han marcado este año en la trayectoria de Calle 13. René alternó entre pararse a hablar por teléfono, acariciar y besar el hombro de Soledad, y saborearse el trifongo con pechuga de pollo que había ordenado.

'Bueno, Melissa, ahora sí. Vamos pa' casa', dijo tras manifestar su cansancio porque la noche anterior se había acostado tarde por una noche de parranda santurcina con Soledad.

Pero el designio del día impuso otra parada más. Ya eran poco más de la 4:00 pm cuando surgió la oportunidad de que Soledad se hiciera un tatuaje con el artista que siempre tatúa a René. Fue una flor y sirvió para encubrir un tatuaje anterior en la espalda de la actriz.

'Melissa, te molesta que hablemos en el sitio de los tatuajes?', preguntó cuando ya Carlitos había tomado el rumbo hacia el local que ubica en Guaynabo.

En el camino, conversábamos de todo un poco. René hacia una lista de las cosas que tenía que hacer y atendía mensajes a través del teléfono Blackberry que representa su conexión al universo que ya rodea Calle 13 y que incluye a su banda de una manera primordial, al punto que en 2009 René rechazó la oferta de Juanes para tocar en el concierto 'Paz sin Fronteras' en La Habana porque la invitación no incluía a su banda.

'La música la hacemos Eduardo (conocido como Visitante) y yo, y todo el tiempo tocamos con la banda. Al principio era más pequeña pero con el tiempo creció hasta que ahora encontramos lo que queremos. No los veo como empleados, somos una banda. Yo no sé si ellos se ven así (como empleados), pero al igual que yo, se benefician porque pueden viajar y conocer muchos lugares', comentó.

Después de saludar a 'Papito Tattoo' y los demás que estaban allí, y de asegurarse que todo estaba bien con el diseño que se haría Soledad, se sentó para una conversación casi ininterrumpida. Sorprendió que el déficit de atención que él mismo y su familia le atribuyen no fuera un obstáculo. Con unos ojos que denotaban cansancio y que no paraba de frotar, René charló pausadamente, reviviendo memorias de su niñez y otras anécdotas más recientes.

Cuando terminamos la entrevista, aprovechó para usar la computadora del local, ponerse un poco al día con las noticias en la web, ver como iba el tatuaje de su novia y twittear. Igual que las otras fotos que twiteó ese día, las del tatuaje de Soledad salieron a competir inmediatamente en los medios de comunicación con las otras noticias del día.

A eso de las 8:20 pm, íbamos de regreso a la casa y además de echarle piropos al tatuaje volvió a repasar las cosas pendientes que tenía por hacer. Confesó estar agotado y desistió de la idea de ir al gimnasio.

En la casa, agradeció el tiempo y la paciencia con un abrazo y se retiró, a seguir disfrutando de las vacaciones antes de retomar los caminos insospechados que traerán el próximo año en la ascendente trayectoria de Calle 13.

(Ismael Cancel para NotiCel)
Foto: