De velorio a fiesta: así Ponce la despide (video)
Ponce - Al compás de la danza ‘Ausencia', el romántico ‘Soñando con Puerto Rico', la rumba de ‘El Cumbanchero' y hasta ‘La Plena de San Antón', el pueblo sureño homenajeó una vez más a la Negra de Ponce.
Esta vez, durante un solemne velorio que cobró espíritu de 'baquiné' tan pronto sonó el primer pandero en el interior del edificio anexo al Teatro La Perla.
La hora cero
Desde las 9:00 de la mañana eran decenas los ponceños que con estricto luto se observaban llegar al lugar, a la espera de la comitiva fúnebre que traía los restos de Ruth Fernández Cortada desde San Juan hasta su pueblo natal.
Entre ellos resaltaba un espigado adulto de cabellera blanca, don Willie Vicéns Tous, quien a sus 88 años de edad venía a despedirse 'de la ponceña más grande que ha dado esta tierra en más de un siglo'.
'La conocí cuando de muchacho salía a caculear con los amigos a los ‘Te Danzant' y ella estaba con sus Whoopee Kids. Y aunque tú no lo creas, al principio, cuando empezó a cantar en la Ponce High, era tímida y había que empujarla para que entrara al escenario', rememoró entre risas.
Mientras conversaba, una sólida masa humana aguardaba paciente la llegada de la fenecida artista, algunos con flores, otros con recordatorios de su carrera musical en mano.
El bullicio, sin embargo, se interrumpió cuando el coche fúnebre asomó por la calle Isabel y se estacionó frente al local. El silencio abrumador fue, a su vez, tajántemente cortado por dos temas 'rompecorazones' del insigne Juan Morel Campos.
Las melodías ‘La Carlota' y ‘La Sentimental' fueron tan magistralmente interpretadas por la Banda Municipal de Ponce que en más de una ocasión se observó a personas entre la multitud sucumbir a la emoción.
Acto seguido, la Coral y Banda Municipal se unieron para coronar con el emotivo ‘Creo' -la versión castellana de ‘I Believe'- la antesala al último adiós a Ruth Fernández.
'La Ciudad de Ponce, la música puertorriqueña y la cultura popular se unen con tristeza en un solo pensamiento y profundo dolor, ante la partida de una destacada mujer ponceña, voz inolvidable de la música romántica, una dama en la política, una aliada de la causas nobles y un extraordinario ser humano', destacó poco después la alcaldesa María Meléndez Altieri, en su mensaje oficial a los presentes.
Le sucedió ante el micrófono el presidente de la Legislatura Municipal, Roberto González Rosa, y el renombrado flautista Néstor Torres Forestier, quien en carácter de sobrino y portavoz de la familia, alabó y agradeció las sinceras muestras de afecto.
No obstante, a partir de sus comentarios cargados de ponceñismo y la presentación especial de la Compañía Musical Perla del Sur, la dinámica del solemne acto comenzó a cambiar.
Con un medley de danzas y otro de boleros entonados por el grupo, la rigidez en los rostros de Torres Forestier y su padre Néstor Torres Fernández cambió. Ambos, sentados en primera fila ante el ataúd, no solo sonreían, sino que además cantaban cada una de las líneas interpretadas en honor a la Hija Predilecta del barrio Bélgica.
Trovas y panderos
Pero quien definitivamente sedujo a la multitud fue el joven trovador Randy Gabriel, quien desde Salinas llegó para impregnar el velorio con cantos de la montaña.
Su tema, un homenaje elevado a las figuras que más renombre han dado al país, concluyó con una frase que exacerbó a la audiencia y obligó a todos a ponerse de pie para aplaudirle y ovacionarle.
'Con el Alma de Puerto Rico hay que quitarse el sombrero', dijo el adolescente, mientras hacía el mismo gesto con el que traía puesto.
El entusiasmo no terminó allí. Desde la entrada al amplio salón hasta el pié del féretro, Cao Vélez y Los Guayacanes de San Antón sonaron y repicaron panderos para expresar, al estilo único de la plena, la más sonora de las honras.
Al rumbón no solo se unieron palmadas de todas las generaciones. También lo hiceron hombres y féminas que sin reparo alguno comenzaron a bailar, casi hechizados por el cadencioso ritmo.
'Si Ruth pudiera despertar, también lo haría', confesó poco después la Alcaldesa de la Ciudad.
Espontaneidad para la historia
Pero la alegría alcanzó su punto climático cuando el propio Torres Forestier ascendió al escenario, se armó con su inseparable flauta y le pidió a Rubén Colón Tarrats, director de la Banda Municipal, le acompañara en un tema totalmente improvisado.
La canción elegida fue ‘Sabor a Quenepa', interpretación que electrizó incluso a periodistas y fotoperiodistas, quienes de inmediato reconocieron estar frente a un junte para la historia.
Fernández será enterrada hoy en la tarde en el Cementerio Civil de Ponce.
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