Los actores Tom Cruise y Katie Holmes completaron el proceso de su divorcio en Nueva York, apenas dos meses después de que la intérprete presentara una demanda para disolver su matrimonio.

Cruise, de 50 años, y Holmes, de 33, que se convirtieron en una de las parejas más célebres del mundo del celuloide, formalizaron su divorcio este lunes en un juzgado de Manhattan, según confirmó hoy a EFE un portavoz del tribunal.

Los abogados y representantes de los artistas no hicieron ningún comentario sobre este rápido proceso de ruptura, pero una fuente cercana al protagonista de ‘Top Gun’ afirmó al portal E! News que ‘Tom está muy contento y aliviado por poder seguir adelante’.

Ahora la prioridad de Cruise es ‘ser un buen padre’, según las mismas fuentes, que añadieron que este acuerdo de divorcio ‘asegura que eso continúe siendo así’.

El proceso concluyó después de que la protagonista de la serie ‘Dawson’s Creek’ presentara la demanda de divorcio el 28 de junio, y ambos llegaran a un acuerdo en dos semanas, por el que se entrega a Holmes la custodia de la hija que tienen en común, Suri, de 6 años.

Además, en ese acuerdo se estipulan restricciones relativas al contacto de la niña con la iglesia de la Cienciología, de la que Cruise es un reconocido miembro.

Fueron precisamente los estrechos vínculos del actor con esta iglesia los que, según fuentes cercanas a la pareja, motivaron la decisión de Holmes de poner fin a su matrimonio.

Los actores se casaron en noviembre de 2006, en un castillo de Italia y siguiendo el rito de la Cienciología, tras un sonado romance que comenzó en abril de 2005 e incluyó gestos románticos por parte de Cruise como proclamar su amor por Holmes saltando en un sofá en el popular espacio televisivo conducido por Oprah Winfrey.

Previamente, Cruise estuvo casado con la actriz Mimi Rogers y con Nicole Kidman, con quien mantuvo una larga relación de 11 años, hasta 2001, y con la que adoptó dos hijos.