El poder visitar Cove, el último puerto visitado por el Titanic antes de iniciar su travesía hacia el Atlántico, te da la sensación de revivir y sentirte parte de ese evento fatídico ocurrido en abril del 1912.

El puerto tambien se recuerda como punto de partida de miles de irlandeses que emigraron durante el siglo 18 y 19 por razones de la miseria que en aquel entonces se vivía en la isla.

Esta es una de las muchas atracciones turísticas de esta hermosa isla caracterizada por su diversidad de colores en su variado entorno geográfico y por un cúmulo de hechos históricos de trascendencia internacional. Es una isla pequeña donde uno puede moverse de extremo a extremo en periodos de tiempo relativamente razonables por lo que no es relevante el punto de entrada. Los aeropuertos de las ciudades de Dublín, Cork y Shannon constituyen un buen punto de llegada desde las ciudades de New York, Boston y Filadelfia.

Si su viaje se ha iniciado en otra ciudad Europea desde Edimburgo, Londres y Paris existen buenas opciones. La mejor forma para visitar sus ciudades y hermosos pueblos es mediante excursiones organizadas o si es un poco mas arriesgado y se aventura a guiar por el carril izquierdo alquilar un vehículo. Esta última opción le permite poder disfrutar a su ritmo sus inigualables bellezas naturales y sus pintorescos pueblos.

Tuve la oportunidad de pernoctar durante tres noches en Kinsale,en el suroeste de la isla, una villa pesquera reconocida e identificada por su comida gourmet . En adición a ser un lugar pintoresco y hermosamente preservado, puedes disfrutar en cualquier establecimiento o restaurant promedio de unos ‘fish and chips» superiores a los servidos en restaurantes de primera clase en otras ciudades.

Relativo a las ciudades sobresale su capital Dublín. En esta hermosa metrópoli, el espíritu afable y comunicativo del irlandés está latente y se evidencia en las interacciones diarias. Nada más tiene que merodear por la calle Grafton, famosa por sus típicos pubs donde sobresale Temple Bar, uno de los mas antiguos de Europa, para compartir con los locales y turistas sin subestimar el encanto de saborear una refrescante cerveza Guinness. No muy lejos se va a encontrar con uno de los parques mas antiguos de Europa, Saint Stheppens Green, lugar de encuentro de jóvenes y adultos para el disfrute de la naturaleza y la tertulia cordial.

Un paso obligado en Dublín es El Trinity College, sede de la Universidad de Dublín, la más antigua de toda Irlanda y con prestigio académico internacional. Aquí se puede visitar una de las bibliotecas mas fotografiadas del mundo donde se encuentra el Libro de Kells, realizado por monjes celtas hacia el año 800 y que hoy representa una de las obras más importantes de esta biblioteca. Se custodia como sifuera un tesoro nacional.

De fácil acceso desde Dublin, se encuentra el Condado de Wicklow, un paraíso de montañas salvajes y espectaculares valles conocido como el ‘Jardín de Irlanda’. Muchas de las escenas de Braveheart fueron filmadas en esta localidad. En adición el recordado Michael Jackson alquiló durante varios mese una mansión en la falda de las montañãs para descansar lejos del mundanal ruido.

Anímese y visite Irlanda! Apenas he comenzado a mencionar todo lo que hay que ver…