A la hora de llamar la atención de la pareja todo se vale, según un artículo publicado en la revista ‘Cosmopolitan’, y nuestra sexóloga consultada, Ida Nevárez.

Todo se trata de confianza.

Aquí le presentamos ocho cosas atractivas que puede hacer con su boca al momento de besar, acercarse o dirigirse a su media naranja o amigo especial.

1- Diga su nombre.

Los estudios demuestran que el sonido que más le atrae a las personas es cuando escuchan su nombre pronunciado de mil y una formas por la pareja o terceros.

2- Hablar en idiomas.

Nada más inspirador que escuchar una lengua foránea a la hora del placer. Está establecido que escuchar otro idioma en, durante, y después del cortejo es beneficioso para el acto sexual.

3- Utilice los sorbetos.

Sea un trago, una cerveza o hasta un jugo el acto visual de chupar estimula los sentidos de la pareja.

4- Susurre cosas dulces que no tengan significado específico.

El acto de comentar algo de en tonos bajos, casi sin que se entienda, abre la mente del que lo escucha, por lo tanto le resulta intrigante.

5- Mencione los nombres de otras personas.

Esto permitirá que intenten corregir el acto con un beso o algo más candente. Lo importante es no excederse al punto de ofender. Si la pareja no gusta de ese susurro en particular no insista. Todo se trata del juego sexual.

6- Presione la pareja con su cuerpo hacia la puerta de su auto.

Cuando lo haga deje los ojos fijados en su boca. No se trata de cometer un acto de lucha libre, sino de dejar ir las inhibiciones.

7- Intente hacer un nudo con el tallo de una cereza mientras conversan.

Esto, una práctica de antaño, mide ante los ojos de la pareja o del que está por convertirse en presa, lo que es capaz de hacer con su lengua.

8- Abra la boca de una forma casi obscena a la hora de besar.

La idea es envolver toda la boca de la persona en la suya para enviarle una fuerza de aire que le llegue a la garganta.

Todo lo anterior puede variar de acuerdo a la persona. ‘Los besos, la seducción y el sexo de forma saludable se determina por el grado de satisfacción de las personas no por la cantidad de encuentros que tengan’, mencionó Nevárez, directora del Instituto de Reeducación de Puerto Rico.

Enfatizó en que no existe un horario perfecto para este tipo de encuentros, pero ‘todo tiene que ver con el cuerpo de cada cual. El mejor momento es cuando haya deseo, el cuerpo avisa. Es mucho más frecuente durante las noches, según varios de los testimonios de mis pacientes, pero igual esto puede obedecer a factores asociados a las rutinas cotidianas y no a razones biológicas’.