Poltergeist es un ‘remake’ de la película de 1982, donde una familia recien mudada experimenta eventos paranormales en su nuevo hogar. La original, a manos de Steven Spielberg, se convirtió en un clásico del cine de horror, culpable de causar de muchas de las pesadillas infantiles de mi generación.

Logra lo mismo esta nueva versión? En pocas palabras: no. Pero aunque no sea efectiva como película de horror, aún tiene de qué disfrutar.

Poltergeist ha sido modernizada, tanto en tecnología como en narrativa. Esta vez, la historia revuelve alrededor de una familia que ha sufrido de la debacle económica de los últimos años. Debido a que el padre, Eric (Sam Rockwell), ha quedado desempleado, y la madre, Amy (Rosemarie DeWitt) es una escritora a medio tiempo, la familia Bowen se ve forzada a mudarse a una casa en un decrepito suburbio llamado Cuesta Verde, cuyo bajo precio no justifica los eventos que les tocará vivir. La familia es completada por Kendra (Saxon Sharbino), la adolescente rebelde, Griffin (Kyle Catlett), el jovencito miedoso, y Madison (Kennedi Clements), la picará y extrovertida niñita que atrae la atención de las entidades que viven en el lugar.

Es en esta dinámica familiar que la película encuentra su mayor éxito. Las interacciones entre la familia Bowen se sienten realmente genuinas, y su bienestar se convierte en algo realmente importante para el espectador.

Una de las cosas que no funciona de la película son los efectos especiales. A pesar de que el director Gil Kenan hace un buen trabajo con algunos efectos prácticos, el CGI se ve muy torpe y artificial, y provoca más risa que miedo. Aunque tiene uno que otro momento de sorpresa, este ‘remake’ nunca alcanza los momentos de terror de la original.

Lo mejor que tiene esta película es la efectiva mezcla de humor y tensión, característico de las películas producidas por Sam Raimi (Evil Dead, Drag Me To Hell), y el excelente trabajo de parte del elenco, tanto de los que componen la familia Bowen como el de los personajes secundarios que componen el equipo de investigación paranormal, Jared Harris (Sherlock Holmes: A Game of Shadows, Mad Men) y Jane Adams.

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Clasificación: PG-13