Un residente puertorriqueño radicó una demanda de clase contra la compañía de chocolate Ghirardelli, que durante años se ha mercadeado como una empresa estadounidense de chocolate premium, por vender chocolate artificial o imitación a traves de publicidad engañosa.

El demandante Víctor Vega Encarnación, que en la demanda de clase representa a los consumidores de Puerto Rico y Estados Unidos que hayan comprado productos de Ghirardelli desde el 17 de agosto del 2008, busca enmendar el supuesto patrón de publicidad y mercadeo engañoso y fraudulento.

La demanda establece que Ghirardelli, fundada por el italiano Domenico Ghirardelli y situada en California, ha violado leyes que abogan por la competencia justa y los derechos del consumidor, a través de falsa publicidad, fraude y engaño.

En su página web, la compañía Ghirardelli enfatiza su posición como la compañía de chocolate prémium de Estados Unidos por más de 150 años, catalogándose como una de las pocas manufactureras que tratan su chocolate desde la planta de cacao hasta el producto final.

Las alegaciones apuntan a que la Ghirardelli vendió a sus consumidores a precios elevados una serie de productos que no contenían chocolate, chocolate blanco o cualquier otro derivado del cacao, dándoles en cambio productos artificiales o imitaciones, y obteniendo así ganancias monetarias sustanciosas a través de ventas engañosas.

El caso se enfoca específicamente en tres productos manufacturados por la compañía, todos mercadeados con el nombre de chocolate o chocolate blanco, a pesar de carecer de los ingredientes chocolate, chocolate blanco o mantequilla de cacao. Los productos hechos con ingredientes falsos mantuvieron un precio similar a los productos con ingredientes reales, lo cual pudo confundir a la clientela.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglos en inglés) regula las empresas manufactureras de productos alimenticios para que identifiquen correctamente la naturaleza de sus productos, junto con sus propiedades e ingredientes.

También, regula que el nombre de un producto no debe ser similar a otro con ingredientes opuestos para evitar la confusión, y la etiqueta debe especificar si el producto contiene un ingredente que simule un sabor.

El demandante exige que se emita una orden para que Ghirardelli descontinúe las estrategias de publicidad y mercadeo que dictan características y beneficios de los que sus productos carecen, y que realice una campaña de información pública inmediata para alertar a los consumidores.

A su vez, exige una compensación económica para sí y los demás consumidores que representa, con el objetivo de reponer todo el dinero que puedan haber gastado los clientes en la adquisición de productos falsos mercadeados como reales, los cuales lucraron a la compañía en su momento.

Demanda contra Ghirardelli – NotiCel_13485