Puerto Rico tiene maravillas de la naturaleza para compartir en familia y entre amigos durante todo el año. Nuestras paradisiacas playas, ríos y bosques nos invitan a relajarnos y refrescarnos durante este verano. Pero, ¿y que hacemos cuando cae el sol.

Pues es precisamente en ese momento cuando podrás disfrutar de uno de los fenómenos naturales más espectaculares que existen: las bahías bioluminiscentes. Hay muy pocas en el mundo y Puerto Rico cuenta con tres.

Una bahía bioluminiscente es el resultado de un delicado ecosistema que florece cuando unos diminutos organismos unicelulares llamados dinoflagelos, entre los cuales el más que abunda es el Pyrodinium (pyro-fuego y dinium-que gira. Estos se desarrollan en un ecosistema protegido y cuando se agitan, liberan energía en forma de luz. Entonces, brillan con una etérea luz verde neón que se refleja en todo lo que toca: peces, manos, remos y hasta gotas de lluvia.

Según los expertos, puedes disfrutarlas mejor cuando no hay otra fuente de luz que minimice la bioluminiscencia; por lo que recomiendan evitar ir durante luna llena para sacarle el máximo a esta experiencia inolvidable.

Bahía Mosquito, Vieques

Bahía Mosquito en la isla de Vieques es la bahía bioluminiscente más brillante en la Tierra según el Libro de Récords Guinness, ya que la densidad de organismos más de 700,000 por galón de agua, no tiene paralelo en ninguna parte del mundo. No se permiten botes de motor en la bahía de Vieques. Puedes usar un kayak y también un bote eléctrico que lleva visitantes a la bahía. Se puede visitar de viernes a domingo entre 6:00PM y 12:00AM

Laguna Grande, Fajardo

Esta laguna es visitada por excursiones que ofrecen una experiencia completa de naturaleza y aventuras en el que disfrutarás de un encantador canal de mangles antes de llegar al agua bioluminiscente.

La Parguera, Lajas

La Parguera fue la primera bahía bioluminiscente descubierta en Puerto Rico y ahora es parte de una reserva natural. Puedes llegar en kayak, bote pequeño. También hay excursiones en un bote más grande, con dos niveles y fondo de cristal para disfrutar cómodamente del esxpectáculo desde el interior del mismo. Esta es la única bahía que permite botes con motor de diesel; aunque su brillantez varía según los cambios en el ecosistema natural.