No solo son buenas para la salud. Las frutas cítricas tambien son grandes aliados en la limpieza del hogar debido a su alto contenido de vitamina C y a sus propiedades antimicrobianas, que les permiten -solas o al mezclar con otros ingredientes- ser excelentes en la limpieza de la ropa, cocina y otras áreas del hogar.

Pese a que son son utilizados en múltiples productos de limpieza como jabones y detergentes, también podemos aprovecharlos en su estado natural.

Remueve la grasa acumulada en la cocina

Rocía un poco de sal y luego agrega jugo de limón para remover los restos de grasa que se acumulan en las superficies de tu cocina. Deja esta poderosa mezcla actuar por unos cinco minutos y luego pasa un paño limpio por el área.

Excelentes para eliminar manchas de la ropa

Los cítricos, como el limón y la china, son ideales para eliminar las indeseables manchas de sudor que se forman en las camisas; así como las manchas de comida y de tinta de bolígrafos. Aplica el sumo o corta la fruta en rodajas y aplica directamente a la pieza y déjalo por unos diez minutos. Luego enjuaga con agua caliente.

Limpiador de pisos y azulejos

El jugo de limón combinado con vinagre blanco puede ayudarte a limpiar hasta el más sucio y opaco de los azulejos y losetas de piso. Solo tienes que mezclar en partes iguales y rociarlos. Luego de varios minutos frótalos con un paño limpio.

Desinfecta la tabla de picar

Frotar sal con jugo de limón en la tabla de picar ayuda a desinfectarla. Solo tienes que dejar la mezcla unos minutos y luego enjuagar la tabla con agua fría.

Limpiar y brillar utensilios de acero inoxidable

Nada mejor que el ácido cítrico del limón para limpiar y dejar como nuevos tus utensilios de acero inoxidable. Solo debes frotarlos directamente con la fruta y dejar reposar por varios minutos. Luego pasa un paño limpio. Si deseas, puedes mezclar el jugo de limón con sal.

Para limpiar el inodoro

Una pasta de bicarbonato de sodio con limón nos sirve para desinfectar y desmanchar los inodoros. Mezcla el zumo de un limón con un par de cucharadas de bicarbonato de sodio y aplícalo con un cepillo. Déjalo actuar durante tres minutos y enjuaga.