Incinerador de Arecibo emitiría veneno en sus cenizas
Con el aval del gobierno de Puerto Rico, la compañía multinacional Energy Answers ha propuesto colocar una planta de incineración en el pueblo de Arecibo. La operación de esa planta requeriría importar basura de otros pueblos porque la que produce Arecibo no es suficiente para su funcionamiento proyectado de 24 horas al día, siete días a la semana, reportó el semanario Claridad.
Según el proponente del proyecto, la recolección de basura se depositaría en tres lugares distintos. El permiso para su operación está actualmente ante la consideración de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).
Durante generaciones, la Villa del Capitán Correa ha tenido que luchar contra diversas formas de contaminación ambiental que han intentado asfixiarla. Ésta es la tercera vez en los pasados 20 años que lanzan su ofensiva para someter a los arecibeños a las emisiones contaminantes indeseables de un incinerador, que en esta ocasión Energy Answers ha intentado disfrazar llamando 'Planta de Generación de Energía Renovable y Recuperación de Recursos' cuando en realidad es una fuente de contaminación letal.
Los arecibeños opuestos al proyecto se han encargado de informarse e informar a las comunidades, especialmente las más cercanas al incinerador, sobre los daños que causaría ese proyecto a la vida y salud de toda la cadena alimentaria.
Ése es el caso de Rafael Bey Nazario, catedrático jubilado del recinto de Arecibo de la Universidad de Puerto Rico y especialista en el área de genética y biología molecular. Éste ha advertido de los daños que ocasionaría la emisión de partículas tóxicas en la combustión de un incinerador, entre ellas, cadmio, mercurio, plomo, dioxinas y el furano, reseñó Claridad en su edición de esta semana.
En el caso de las dioxinas, el catedrático destacó que en el año 1994 la propia agencia federal EPA anunció una 'revaluación del efecto de la dioxina', componente del agente naranja que se utilizó en la guerra de Vietnam. La describió como una partícula muy pequeña que no la recogen los filtros de una planta incineradora y que tiene un efecto devastador en plantas, cuerpos de agua, animales; es decir, toda la cadena alimentaria hasta llegar a sus mayores consumidores, los seres humanos.
Para más información, busque la edición de esta semana de Claridad.